“Hay una fina línea entre imprudencia y coraje. Es hora que entiendas cuál camino tomar. Es una fina línea, y tu decisión hace una diferencia. Equivócate y cometerás un gran error”.
La letra pertenece a “Fine Line” de “Caos y creación en el patio trasero”, disco que trata temas como el ensayo y el error, la consideración y el perdón, pero a la vez, es un viaje por Inglaterra a través del tiempo. ¿Un error nunca está más allá del perdón? Eso lo decidirá cada quien. Lo que hace Paul McCartney, es poner las cartas sobre la mesa. Cada uno de nosotros decide con cuáles juega.
Chaos and Creation in the Backyard es la décimo tercera producción de estudio como solista del músico británico. A esas alturas, en 2005, había decidido dejar de luchar contra sí mismo y contra su pasado como Beatle. El productor Nigel Godrich, conocido por su trabajo con Radiohead, con Tom Yorke y Beck, entre muchos otros, había sido requerido para guiar el camino del proceso de grabación por lo que Macca, dependería de alguien más para la toma de decisiones. Esto, por supuesto que trajo algunos problemas, más el resultado fue satisfactorio.
McCartney, durante algún tiempo, quiso dejar de lado la imagen –y el sonido- por la que seguía siendo recordado, la de su grupo, más el compositor cayó en cuenta que sólo personas en toda la historia y todo el planeta podían decirse miembros de The Beatles. Y sólo dos sobrevivían. Con esa mentalidad, decidió no luchar contra sí mismo, contra su esencia; después de todo, ÉL era parte de The Beatles.
Y sí. El disco es muy Beatles, muy McCartney, muy inglés. Y muy delicioso para el oído. Es rítmico, pero su tendencia es hacia lo calmado, como una plática entre dos, esa que se acompaña con un café. O un té, ya que estamos en terreno inglés.
Chaos tiene tonadas movidas, como el sencillo “Fine Line”, o el que le siguió, “Jenny Wren”, que, si bien podría parecer dedicado a una nueva “Eleanor Rigby”, esto no es así. Sí es una repetición temática, pero orientada a los pájaros, como “Blackbird” o “Bluebird”. En esta ocasión, la referencia es a una de las aves más pequeñas conocidas en Inglaterra.
El material en sí es un regreso a las raíces, así lo anuncia la imagen de la portada: una fotografía de un joven Paul McCartney en 1962, ignorante del futuro que le esperaba.
Temas como la juventud de finales de los 50’s, el clima lluvioso de su país, una invitación a tomar té y conversar de los verdes campos, vastos, húmedos, interminables. Lo personal es llevado al más arrinconado extremo, en el que Paul ejecuta casi todos los instrumentos (algo que había hecho con anterioridad). En contraste, no intervino con la producción como mencioné arriba, sino Godrich. Fue el jerarca de The Beatles, George Martin, quien sugirió el cambio. Su propuesta rindió frutos.
Chaos and Creation in the Backyard arribó a las tiendas de discos el 12 de septiembre de 2005, por lo que cumple 15 años.