Era 14 de noviembre de 1969 en Inglaterra. En las tiendas de discos se encontraba el segundo álbum de David Bowie, homónimo. Tiempo después, en 1972, se le pondría el nombre de su primer sencillo y la primera canción del Lado “A”: “Space Oddity”.
David Jones, alias Bowie, era una figura relativamente nueva en el mundo de la música. Y era algo distinto. Esa fue su principal característica. Un verdadero artista, enigmático, iconoclasta.
La carta fuerte de ese año fue, precisamente, “Space Oddity”, inspirada en la cinta de Kubrick, 2001 (el título hace referencia a “Space Odyssey”), más que en la misión estadounidense a la Luna. La televisión británica utilizó el track durante la transmisión del alunizaje. Bowie encontraba por demás extraño el hecho, ya que la canción habla de un astronauta que se pierde y encuentra su -aparente- muerte en el espacio. “Estoy seguro que no escucharon bien la canción”, aseguró el músico. También es de las composiciones que han sido tocadas fuera de nuestro planeta, como en la Estación Espacial Internacional y en el Tesla de Elon Musk, enviado al espacio hace unos meses. Por cierto, el maniquí que “conduce” el carro lleva por nombre “Starman”, otra referencia a Bowie.
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El álbum tiene de todo. Es un disco principalmente acústico, de arreglos moderados en los cuales, la guitarra predomina. Los temas van desde una carta que escribe Bowie a su exnovia Hermione hasta el llamado para ayuda a la comunidad hippie en “Cygnet Committee”, uno de los tracks más largos en su carrera. Incluso Bowie quería que fuera sencillo, pero en la disquera no estuvieron de acuerdo, tanto por el mensaje como por la duración. “El movimiento fue una gran idea, pero algo se echó a perder en él”, comentaba Bowie. Para él no era una crítica sino un llamado de ayuda al movimiento que eventualmente se diluyó.
David Bowie, el disco como tal, provoca un poco de confusión, pues se llama igual que el primero. Además, se lanzó como homónimo en Reino Unido y como Man of Words/Man of Music en Estados Unidos. La portada también cambiaba, ambas tienen a Bowie en el centro con una foto frontal. La versión británica es la que lleva los puntos azules y morados (y sólo el nombre del músico), mientras que la estadounidense tiene un fondo azul (con el título “Hombre de palabras/ hombre de música”). Las fotos son similares, mas no iguales.
(David Bowie: Portada para el disco homónimo de 1969. Lanzado en Reino Unido. Su primer disco también se llama “David Bowie”)
Para la reedición de 1972, se mantuvo la portada de los puntos con el título de Space Oddity.
(David Bowie: Man of Words/ Man of Music Portada del mismo segundo disco para la versión estadounidense)
Por si fuera poco, la edición de 1972 omitió uno de los tracks, una improvisación llamada “Don’t Sit Down” de 40 segundos. Hasta que se editó la versión en disco compacto, en 1990, se volvió a incluir así como otras tres canciones.
(David Bowie: Space Oddity. Reedición de 1972, renombrado)
David Bowie – Man of Words/Man of Music – Space Oddity, contó con algunas buenas colaboraciones de otros músicos famosos, como Rick Wakeman (tecladista de Yes quien también tocaría el teclado en Life in Mars), Tim Renwick (guitarrista con Al Stewart), Herbie Flowers (bajista de T-Rex), Terry Cox (baterista de Pentangle) y, por supuesto, el colaborador y productor de toda la vida de Bowie, Tony Visconti.
El disco que cumple 50 años es un material interesante y que denota el rumbo que tomaría la carrera del inglés, el llamado “Camaleón”, con extras interesantes tales como “Space Oddity” en italiano. Es, como muchas, una gran etapa en su carrera que ahora podemos apreciar en retrospectiva, sabiendo la dirección musical que tomó con los años. David Bowie es, como todos, un gran material del rock inglés. Y este año cumple medio siglo de vida.