Pocas agrupaciones musicales tan trascendentes y constantes como Deep Purple, quienes –se dice- forman el triunvirato de los fundadores del heavy metal junto con Zeppelin y Sabbath (todos ingleses). La agrupación regresa en 2020 con nuevo material titulado Whoosh!
Y decir “regresan” es un decir, ya que nunca se han ido.
Expresión onomatopéyica que implica una velocidad vertiginosa, acompañada de un zumbido o silbido, Whoosh! es tanto título como mensaje: el tiempo no detiene ni desacelera a Purple, quinteto de rock que se volvió inmortal con la canción “Smoke on the Water” (inspirado en el hecho real de un concierto de Frank Zappa en el que se incendió el lugar donde se presentaba) y que se hacen presente en 2020 con su disco de estudio número 21.
Whoosh! es un disco en el que Deep Purple crea sin importar el género musical. No es metal ni es rock progresivo, es la encarnación actual de uno de los grandes representantes del rock. Es… música y ya. Su sonido maduro no es frenesí, pero sí actitud. Las composiciones son inspiradas con base firme en la experiencia. Su rock es decisivo y melódico; cada uno de sus integrantes tiene la oportunidad de mostrar su sonido y habilidad, debido en gran parte a la buena mezcla de la placa.
Deep Purple es una agrupación que ha cambiado de integrantes en varias ocasiones, integrando grandes músicos como Ritchie Blackmore (guitarra), Jon Lord (teclados) y Joe Satriani (guitarra). Su más “reciente” encarnación comprende a los esenciales Ian Paice (batería) y Ian Gillan (voz y armónica), además de Don Airey (teclados), quien inició como músico que los acompañaba en las giras; el guitarrista Steve Morse y el bajista Roger Glover dan cierre a la alineación que existe desde 2002 y se conoce como “Mark VIII”.
La producción de la nueva placa está a cargo de uno de los magos de la música, el productor Bob Ezrin, quien ha metido mano en discos como The Wall de Pink Floyd. Su influencia es notable y la mezcla de ambos resalta en el producto final. Esta es la tercera vez que Ezrin participa con Purple, pues lo hicieron en los dos álbumes anteriores: Now What?! (2013) e Infinite (2017).
El nuevo disco es una puerta de bienvenida, no sólo para un rock de alta calidad, sino a una producción cuidada en todos los aspectos, digna de análisis. Si bien la intención no es caer en lo didáctico, sí es una muestra de cómo se puede hacer buena música que divierta y proponga a la vez.
Esta es la liga para acceder a la página oficial de Purple: