Depeche Mode es un grupo que no ha dejado de cambiar ni de proponer desde el momento de su incepción en 1980 (en mayo cumplen 40 años de existir, aunque su origen data de 1977). Su sonido original era rústico y bastante ochentero, también, más popero. Con los meses, años y discos, fueron mutando. Tal vez el punto medio, así como uno de sus materiales más representativos y famosos, es Violator, que cumple 30 años.
El 19 de marzo de 1990 llegó a las tiendas el disco con su característica portada y sin duda, una de las más representativas tanto del grupo como de la década misma.
A su vez, Depeche se convirtió en una banda de talla mundial, una de las más vanguardistas, con actitud y propuesta. Sus conciertos eran toda una experiencia audiovisual.
Es de este disco al que pertenecen los famosos tracks “Personal Jesus”, “Enjoy the Silence” y “Policy of Truth”; también contiene “Halo”, “World in my Eyes” y otros que son parte esencial de su discografía.
Violator fue un álbum que fue adquirido por miles de jóvenes en su momento y de aquellos que sonaban constantemente en los distintos aparatos de reproducción de sonido, no podía faltar en las fiestas. En nuestro país, Depeche cuenta con una enorme cantidad de fans gracias en parte a las visitas que han realizado. Violator también fue un suceso en nuestro país.
El disco, que contiene apenas nueve canciones y de 47 minutos de duración, es el que mejor aceptación tuvo por parte de la crítica. Podría ser uno de los que contiene menos elementos de rock, inclinándose hacia el lado electrónico, de la programación. Predominan los sintetizadores y las guitarras pasan a segundo plano durante largo momentos. La mezcla resalta las armonías de los teclados omnipresentes que, hoy en día no suenan añejos.
En ese 1990, Violator también tuvo sus detractores, sus críticos y fue motivo de polémica debido a lo fuerte del título del álbum y de canciones como “Personal Jesus” que eran sacados de contexto. Si la placa hubiera contenido más rock, seguramente se habría satanizado como se hizo moda en ese tiempo (y que, al final, sólo se traducía en enormes ganancias para los grupos).
Con los años a cuestas, Depeche Mode y su séptimo disco ya pasaron a la historia por la buena composición y ejecución, no tanto por su actitud trasgresora. El título Violator surge como una broma, la intención de buscar el nombre más metalero y rudo para un disco; por su parte, “Personal Jesus” habla de ser la esperanza de alguien. La inspiración es el libro de Priscilla Presley, “Elvis and Me”, en el que habla de cómo él era su hombre y su mentor, idealizando al cantante.
Es así que, en 2020, uno de los discos más representativos e importantes de la década de los 90 cumple 30 años (y sus creadores, 40).