Besar es un acto universal de amor, placer, satisfacción, gusto, afecto… pero sobre todo de comunicación. La perfecta caricia del alma que traspasa lo físico y llega a lo emocional, que te conecta con tu pareja, familia, mascota o a quien sea, el acto obvio de celebración del 13 de abril, día internacional del beso es eso, el simple y profundo beso.
“No hay acto alguno que permita una implicación voluntaria del ser tan total como el beso”, Jean-Luc Tournier, autor de la Pequeña enciclopedia del beso.
Al besar, se liberan endorfinas que reprimen la depresión y el desánimo, pues se inunda el cuerpo de placer. Cuando cerramos los ojos al dar un beso, nuestros labios y los de nuestra pareja se unen, o el contacto con la mejilla es tal que ocasionamos que se incrementan las pulsaciones cardiacas hasta 130 por minuto, liberando adrenalina e incluso provocando que el colesterol disminuya, por si fuera poco, cuando sucede el intercambio de bacterias el sistema inmunitario se hace más fuerte.
Iniciar el día con un beso y terminarlo de la misma forma, ayuda a prolongar la vida, disminuir el estrés y con ello el absentismo laboral, los accidentes de tráfico, frustraciones laborales y todo se refleja en mejor desempeño y actitud positiva, lo que te da un incremento del 25% de dinero extra, todo de acuerdo a Arthur Sazbo, de la Universidad Wilfrid Laurier de Ontario en Canadá.
Algunos estudios sostienen que el acto de besar se remonta a tiempos ancestrales, donde la costumbre de ciertas sociedades prehistóricas dictaba a las madres a alimentar a sus bebés dándoles alimentos de boca a boca ya masticados.
Entonces, ¿cada cuánto tiempo se debe dar un beso? Entre más frecuente beses, mejor salud y bienestar, mayor estabilidad emocional y más larga y positiva la vida, besa a quien quieras, las veces que quieras, pero besa.
“No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos” O. K. Bernhardt.