Una de las joyas del rock latinoamericano pertenece a Los Aterciopelados, se trata de su disco El Dorado que cumple 25 años de existencia.
Fue en el mes de abril de 1995 cuando la banda que tuvo su origen en Colombia en 1993 dio a conocer la placa, abanderada por sencillos como “Bolero Falaz” y “Florecita Rockera”. Gran parte de su exposición se debió a MTV cuando el canal de televisión estaba destinado a la música y difusión cultural e ideológica de la juventud. Al grupo también le ayudó ser teloneros de bandas como Caifanes y Soda Stereo.
El segundo disco de Aterciopelados cuenta con una rica mezcla de ritmos y la denuncia como bandera. También se incluyen temas más ligeros –pero igual de intensos- como el amor y desamor de “Bolero Falaz”. Similar a Café Tacvba con el disco Re, el cuarteto recurre a las raíces musicales regionales para ofrecer una propuesta fresca, al tiempo que hacen una mezcla con ska, reggae, punk y un ligero toque de folk. El rock que resulta es lo suficientemente bueno como para posicionar a los Aterciopelados como una de las agrupaciones más importantes de su tiempo.
“El Dorado”, canción que da nombre a la placa, habla acerca del tesoro nunca encontrado por parte de los españoles relatando en rima algunas de las atrocidades cometidas, así como la inevitable derrota espiritual de los conquistadores.
Su marca principal, además de la buena música, es la inconfundible voz de Andrea Echeverri con su siempre llamativa imagen. Cada una de sus canciones tiene identidad propia y a la vez, conserva el estilo de Aterciopelados y sus influencias, como los ritmos y guitarras que nos recuerdan a Santana en “Candela”, una de las canciones más conocidas del disco y sencillo promocional del mismo. En total, el álbum contiene 16 temas de la autoría de sus fundadores, Buitrago y Echeverri.
Y ya que hablamos de ellos, la alineación de esta producción cuenta con los perennes Andrea Echeverri (voz y guitarra) y Héctor Buitrago (bajo y coros), así como las adiciones de Charlie Márquez (guitarra) y Andrés Giraldo (batería). También colaboraron Alejandro Duque (batería) y Alejandro Gómez-Cáceres (guitarra); estos dos últimos, considerados de los elementos más importantes en la vida de Aterciopelados. La integración de estos miembros dio el sonido y estilo con el que se consolidaron y ganaron el respeto de la industria.
El Dorado, segunda producción de los colombianos Aterciopelados y uno de los pilares en la música del rock latinoamericano, llega a su primer cuarto de siglo de vida.
