Fiona Apple no es una compositora para las masas. Bueno, sí lo es. Pero no lo es. La cantante originaria de la ciudad de New York y nacida el 13 de septiembre de 1977, hace mucho ha dejado la intención de comercializar su música como un producto pop y no es su meta llegar a una enorme cantidad de gente. Sin embargo, la popularidad le ha llegado como consecuencia de su alta calidad.
En esta ocasión, la neoyorquina presenta su nuevo material, la quinta producción fraguada en estudio y casi 8 años después del anterior, The Idler Wheel de 2012. El nuevo disco de 13 canciones se titula Fetch The Bolt Cutters.
El nombre del disco (así como el track que lleva el mismo nombre), está inspirado en una frase de la serie de televisión The Fall (La Caza) de 2013 con Gillian Anderson (interpreta a Stella Gibson) y Jamie Dornan (Paul Spector), en la cual, durante una escena, la oficial investigadora Gibson les dice a los policías que al acompañan “traigan las cizallas”, para liberar a una víctima de secuestro.
En el caso de Apple, la canción se refiere a la liberación: de alguna relación no deseada, de una amistad, de una situación romántica; o bien, como ella lo expone, liberarse de uno mismo, de las ataduras que una persona se deja poner para agradar a los demás. A ella le sucedió al inicio de su carrera, siendo mujer y cantante, la etiqueta del pop no tardó en llegar. Más no era lo que ella quería proponer. “Traigan las cizallas, he estado aquí demasiado tiempo…”.
Aunque podría tener alguno que otro sonido extraño, acordes no comunes, interpretaciones demasiado libres y fuera de lo común, el material presenta una colección de composiciones sumamente agradables. La compositora de 42 años nos da oportunidad de irnos acomodando, de habituarnos a su música y su propuesta, a los mensajes que desea transmitir.
El dominio musical de Apple es más que evidente y consigue un equilibrio entre lo armónico y lo folk, lo pop con tintes de rock acústico, lo alternativo. Tal vez estas sólo sean etiquetas (o géneros) y lo que Fiona realmente quiere comunicar es la buena música sin un género definido.
En un tiempo en que la industria –y el mercado- necesita música auténtica, Fiona Apple regresa oportunamente con un disco que, si bien tardo demasiado en llegar, ahora podemos decir con seguridad que ha valido la espera.