Es el más poderoso y fue el primero en existir. Sin Superman, no existiría el comic de superhéroes como se le conoce hoy en día, así de fácil. El héroe debutó en Action Comics #1, el 3 de mayo de 1938, aunque la fecha impresa en la portada corresponde con el mes de junio.
Superman fue creado por el escritor Jerry Siegel y el dibujante Joe Shuster, quienes prácticamente crearon el género de los superhéroes.
Los poderes del sobreviviente de Krypton fueron creciendo con el tiempo. Al inicio sólo podía brincar muy alto, más allá de un edificio, decían. Después podía volar y hasta sobrevivir en el espacio. Su fuerza se hizo descomunal, convirtiéndose en un ser casi inmortal e invulnerable. Estas cualidades lo convirtieron en un verdadero extraterrestre. Pero no de los comics, sino del mundo real pues para algunos lectores resultaba aburrido. Superman llegó a ser tan poderoso que era difícil escribir sus historias.
Ha habido varios intentos en las renovaciones editoriales de DC Comics por hacer de “Supes”, un héroe menos difícil de vencer.
En las 8 décadas desde su creación, Kal-El ha contado con grandes historias y reconocidos equipos creativos, demasiados para mencionarlos. Una de las historias predilectas de sus lectores, sin embargo, es All-Star Superman, publicada a partir del 16 de noviembre de 2005. El título fue una miniserie de 12 números contados a lo largo de un año, un capítulo por mes, como se estila en los comics norteamericanos.
Los responsables de la historia fueron el escritor Grant Morrison y el dibujante Frank Quitely.
All-Star Superman voltea por completo la mesa y pone a Kal-El en un estado total de indefensión, el extraterrestre debe enfrentar su propia mortalidad, inminente y próxima.
Lex Luthor consigue hacer que Superman sea irradiado por una cantidad inconmensurable de energía solar al rescatar una misión espacial. Como resultado, sus células se sobrecargan al grado de crear una especie de cáncer que invadirá su cuerpo. El propio objeto que le provee de poderes especiales será el encargado de quitarle la vida.
Como escritor, Grant Morrison puede ser muy complicado, conoce demasiado el medio del comic, sobre todo los más antiguos, correspondientes a las épocas de Oro (1938-1956) y de Plata (1956-1973). Una de las cualidades de Morrison es que puede utilizar conceptos anticuados que resultarían obsoletos y hasta absurdos, de manera creíble y madura.
Por su parte, el artista Frank Quitely, cuyo nombre es seudónimo de Vincent Deighan y un juego de palabras con respecto a “quite frankly”, frase que quiere decir “francamente”, ganó popularidad al ilustrar comics como The Authority, We3 y New X-Men.
Ambos creativos habían trabajo juntos con anterioridad como en el citado We3, miniserie ciberpunk de 3 números para DC/ Vertigo (y aprovecho para recomendarla).
En All-Star Superman, la dupla hace un viaje por todos los elementos que distinguen a Superman como uno de los héroes por excelencia. Un ser con tan pocas cosas en común puede ser más humano que propios los nativos de este planeta. Esa es una de las características principales tanto de Superman como del héroe en general: su humanidad.
Morrison y Quitely recorren las características importantes en la mitología de Superman, su elenco y adversarios. Es un estudio del superhéroe y la destilación más pura con un arte que perdura hasta la fecha.