Hoy están de fiesta los fans de Iron Maiden, pues se cumplen aniversarios casi simultáneos de dos de sus discos. El primero es No Prayer for the Dying que salió a la venta el 1 de octubre de 1990 y que llega a 30 años. El segundo es The X Factor, liberado el 2 de octubre de 195, por lo que alcanza los 25.
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En 2020 hemos hablado mucho de esta banda. El motivo es que, además de ser de las más importantes del heavy metal, han liberado varios de sus discos en años “cerrados”.
No Prayer for the Dying es la octava producción de estudio del grupo británico. Este es el, primero en el que aparece el guitarrista Janick Gers, tras la salida de Adrian Smith, quien había trabajado con gente como el propio Bruce Dickinson y el también cantante, pero de la banda Marillion, Fish, cuando ya era solista.
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El sonido de Maiden en este disco es más rockero que los anteriores, donde experimentaron más e incluyeron sonidos como el del sintetizador en gran medida. El regreso a las bases es perceptible en el arte de portada con la mascota, Eddie, mostrándose en su forma tradicional, sin implantes cibernéticos en un regreso a lo básico.
No Prayer desprendió dos sencillos: “Holy Smoke” y “Bring Your Daughter… to the Slaughter”. La duración de las 10 canciones también es conservadora, y la más larga tiene 5 minutos y medio.
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Por su parte, The X Factor es el disco número 10 de Maiden. Este, por lo regular, no tiene tanta aceptación como otras de sus producciones, más el peor de los discos del grupo sigue siendo mejor que los de muchos otros grupos.
En la placa no escucharemos la voz de Dickinson, sino la del cantante de Wolfsbane, Blaze Bayley, quien participó en este y en el siguiente, Virtual XI de 1998. Dickinson volvería después a su grupo.
El cambio vocal resulta interesante pues el registro de Bayley también es bueno, aunque carece de la elasticidad operística de Bruce. Y es que pocos cantantes son tan reconocibles como Dickinson. Las comparaciones no son buenas, más es imposible no tratar de imaginar cómo sonaría este disco con su cantante habitual (algunos de estos temas sí se han mantenido en su repertorio en vivo, por lo que han sido interpretadas por Dickinson).
Parte de la resistencia en contra de este álbum es precisamente por eso, más si nos liberamos del prejuicio y nos dedicamos a escucharlo, descubriremos algunos buenos tracks.
El cerebro del grupo, el bajista Steve Harris, permanece y la da cohesión deseada. Los temas están muy influenciados por la literatura y el cine, como la obra de Joseph Conrad, “Corazón de obscuridad” (que inspiró la cinta Apocalypse Now), “El nombre de la rosa” del italiano Umberto Eco y “El señor de las moscas” (de William Golding).
Como otros discos de Maiden, The X Factor contiene algunos tracks largos, como “Sign of the Cross” de más de 11 minutos y “The Unbeliever”, de 8.
Hoy recordamos estos dos buenos discos de heavy metal.