Durante la pasada Conque 2019, que se llevó a cabo en Querétaro, tuve un encuentro con una de los “encargadas” del evento y quien “cuidaba” a Neal Adams. En un intercambio con ella le comenté que quería preguntar a Neil acerca de Jerry Siegel y Joe Shuster, a lo que ella me contestó: “¿Qué es eso?”.
“Eso”, resulta, son dos personas sumamente importantes para la industria del comic, de la cual, el cine comercial (además de la televisión y las redes) se nutre actualmente. Gracias a quienes, en ese momento, la chica tenía ocupación laboral. Por supuesto que no quise entrar en polémica con alguien quien no sabe distinguir a una persona de un objeto.
Como acotación, Jerry Robinson y Neal Adams fueron muy importantes para el escritor Jerome Siegel y el dibujante Joseph Shuster, pues contribuyeron a llamar la atención sobre la infortunada situación que vivían y, como consecuencia, se fortalecieron los derechos de los artistas que trabajan para los conglomerados transnacionales.
Este 10 de julio de 2019 se cumplen, ni más ni menos que 105 años del nacimiento de Joe Shuster, quien llegó al planeta específicamente en Toronto, Ontario, Canadá, en 1914. Como la mayoría de creadores de la época, era de origen judío.
En 1924, su familia se mudó a Cleveland, Ohio, Estados Unidos. En la escuela pública Glennvile High School fue donde conoció a Jerry Siegel con quien iniciaría amistad y una sociedad creativa. Ambos gustaban de la ciencia ficción y fueron testigos de cómo el comic iniciaba como algo propio. Los strips de periódicos seguían siendo famosos y, sobre todo, bien remunerados cuando se mantenían los derechos, cosa que era sumamente complicada de lograr.
En 1935, el primer comic con material original, New Fun Comics inició publicación. El formato comic ya existía (con algunas pequeñas diferencias como el tamaño), pero solamente se usaba para recopilar y reimprimir historias. Todo cambió con la antología New Fun, editado por National Allied Publications que se convertiría eventualmente en DC Comics.
Por cierto, en el número 1 -que ostentaba portada del mes de febrero de 1935-, apareció publicado por vez primera Oswald the Lucky Rabbit, un conejo que sería una especie de prototipo de Mickey Mouse. ¿Sus creadores? Los mismos de Mickey: Walt Disney y Ub Iwerks. Y ya que hablamos de los derechos de los creadores, ¿sabías quién era el diseñador de Mickey Mouse? Fue el poco reconocido Ub Iwerks. Pero ese es tema para otra columna.
El strip de Oswald the Lucky Rabbit no lo hacían ni Walt ni Ub, pues el personaje era propiedad de Universal. En las páginas de New Fun, no aparecen créditos, sólo una leyenda que acota la propiedad de Universal.
En New Fun The Big Comic Magazine #6, con portada de octubre de 1935, Siegel y Shuster presentaron dos historias, una era acerca de un espadachín llamado Henri Duval:
La segunda historia es propiamente la primera aparición de un superhéroe: Doctor Occult, detective que emplea la magia para resolver casos sobrenaturales.
La pareja también crearía otro personaje previo a Superman: Slam Bradley, un detective rudo que debutó en Detective Comics #1 (con portada de marzo de 1937). En esa edición también estrenaron a Bart Regan: Spy.
Actualmente, tanto Slam como Doctor Occult siguen siendo utilizados por DC Comics.
Un proyecto que tuvo problemas para ser aprobado y publicado fue Superman, un ser malvado, calvo, que Joe y Jerry habían publicado en un fanzine de 1933 (Fanzine es una revista de tipo casero y que cuenta con muy pocos ejemplares; muchas veces, son fotocopias). Su primer Superman, nombre con seguridad sacado de la literatura de Nietzsche, “Así habló Zaratustra”, en la que se refiere a un hombre superior a los demás que se distingue por su uso de la razón y la filosofía.
El “Übermensch” de Friedrich Nietzsche se tradujo al inglés en un primer momento, 1896, como “Beyond-Man” (el hombre “más allá”). Fue en 1903, con la obra de Bernard Shaw, que se emplea el término “Superman”.
El Superman de Siegel y Shuster apareció en el fanzine titulado “Science Fiction”, en su edición número 3 (de 1933). La primera historia se tituló “The Reign of the Superman”. Como dato adicional, muchos años después, tras la “muerte” de Superman en 1993, DC comics empleó dicho título como homenaje en una historia que presentaba a 4 distintos Supermen. Cada uno de ellos aseguraba ser el verdadero.
Regresando a los 30’s, cuando Siegel y Shuster propusieron profesionalmente a Superman, fue rechazado. El personaje, más que a Kal-El, se parecía a Lex Luthor, tanto en fisonomía como en filosofía.
Varias editoriales desistieron de la propuesta y fue en 1938 que se aprobó finalmente. No sólo eso, sino que el personaje -que ya había sido modificado considerablemente-, fue elegido para la portada. La editorial era la misma donde habían comenzado a trabajar: National Allied Publications.
En ese entonces, el trabajo se hacía a destajo y se creía que no dejaría una gran huella, así que ambos creadores vendieron Superman por la cantidad de 130 dólares. De no haber sido así, lo más probable es que Superman jamás se hubiera publicado.
Ajustado a las cifras actuales, 130 dólares equivalen a unos 2,361 en 2019.
Con Action Comics #1, Superman se convirtió en uno de los seres de comics más importantes, aunque después sería superado en ventas por Shazam! (Captain Marvel). En el verano de 1939, apareció Superman #1, la segunda revista en presentar al superhéroe (el término ni siquiera existía aún, se les llamaba “Mystery Men”).
Programas de radio, parafernalia, serie de televisión: Superman se convirtió en todo un suceso. Gracias al personaje, la editorial ahora llamada National Comics (DC) se consolidaría como una de las más importantes. En 1946, Siegel y Shuster demandaron a Detective Comics Inc. por los derechos de Superman. La corte decidió a favor de la compañía. Los litigios continuarían por parte de sus creadores mas nunca consiguieron tener la propiedad de regreso.
Lo que sí consiguieron fueron importantes compensaciones económicas, como un pago de 94 mil dólares -en total- por la creación de Superboy en 1948.
Durante muchos años, el hecho de haber emprendido acciones legales en contra de la compañía, provocó que no tuvieran trabajo en DC. Con el tiempo, ambos regresaron aunque bajo muy precarias condiciones. Siegel incluso escribió algunas historias para The X-Men de Marvel en los 60’s. El trabajo de Shuster es mucho más difícil de rastrear pues usualmente no recibía acreditación.
Joe Shuster enfermó y perdió la vista (no del todo, pero legalmente se le declaró ciego). Obligado a retirarse de los comics, el antes dibujante se vio en precarias condiciones. Jerry Siegel y su esposa seguían con la idea de demandar hasta ganar, logro que nunca consiguieron. Además, la propia esposa de Siegel sacó provecho de Joe, pues aseguraba que llevaba su caso en contra de DC, por lo que le cobraba el 20 por ciento de lo que ganaran. Lo que Shuster nunca supo, fue que la compañía daba compensaciones por parte iguales al considerarlo una sociedad al 50%. Al final, los Siegel, haciendo creer a Joe que luchaban por él, terminaban recibiendo el 70% de los acuerdos logrados.
Joe Shuster murió el 30 de julio de 1992 en Los Angeles, dejando una deuda de más de 20 mil dólares, misma que fue pagada por DC Comics.
Superman #301, de julio de 1976, fue la primera publicación donde se les dio crédito a Shuster y Siegel.
Se estipuló que sus nombres aparecerán en cualquier medio donde participe Superman utilizando la frase: “Superman creado por Jerry Siegel y Joe Shuster. Por acuerdo especial con la familia de Jerry Siegel”. Al final, Siegel recibe el doble de menciones, además de reconocer a su familia. En los 70’s, dicha frase era un poco más sencilla, como por ejemplo en la película de 1978 y fue considerado un enorme logro para los creadores.
Esa es parte de la historia de Joe Shuster, a quien recordamos en el aniversario número 105 de su natalicio; una de las personas más importantes en la industria del comic y a quien, aun algunos que se dicen “conocedores”, cuando escuchan su nombre preguntan: “¿Qué es eso?”
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