Led Zeppelin llegó a su fin prácticamente hace 40 años, con la muerte del baterista John Bonham, quien era considerado aún en vida, como uno de los más grandes de todos los tiempos.
La aseveración no es una exageración, ya que Bonzo (como le decían sus allegados), impuso un estilo innovador. Su personalidad era flemática e impredecible. En pocas palabras, Bonham era el rock hecho humano. También era problemático y peleonero, el inglés no conocía el significado de la palabra “freno”.
John Henry Bonham, también apodado “La Bestia”, nació el 31 de mayo de 1948 en Redditch, Worcestershire, Inglaterra, por lo que en 2020 habría cumplido 72 años de edad.
Con Led Zep, “La Bestia” pudo explorar y experimentar. Sus influencias eran diversas y con mucha orientación al jazz, género donde la batería es una combinación de disciplina e inspiración, llega a ser rígida y es por demás exigente. No siempre un baterista de rock o pop pueden tocar jazz. Y no todos los bateristas pueden tocar como Bonham.
La vida del cuarteto fue relativamente corta, surgieron de las cenizas de The Yarbirds y en 1968 ya eran una banda, aún antes de tener nuevo nombre. Su primera producción llegó el 12 de enero de 1969, de carácter homónimo, y tuvieron un total de 8 discos de estudio.
El 25 de septiembre de 1980, John Bonham, de 32 años, fue encontrado muerto debido al abuso del alcohol. Plant, Page y Jones, tras la devastadora noticia, pensaron en un conseguir un reemplazo, pero el 4 de diciembre de 1980 anunciaron el rompimiento oficial de Led Zeppelin. Eventualmente se reunieron, pero el hueco que dejó Bonzo nunca se volvió a llenar.
Músicos como Peter Kriss de Kiss, Joey Kramer de Aerosmith, Dave Grohl de Nirvana y Foo Fighters y el recientemente fallecido Neil Peart de Rush, tuvieron a Bonham como una gran influencia. Hoy recordamos a John Bonham a 40 años de su muerte.