La Casa de la Flores, nuevo boom de las telenovelas

Homosexualidad, empoderamiento femenino, narcotráfico, prejuicios, racismo y cultura pop. Una telenovela seriada que sin duda, marca un éxito más en la lista de Manolo Caro y Netflix.

Esta serie recién estrenada nos recuerda indudablemente a otro gran éxito americano: Desperate Housewives, tanto en el intro como en la forma de abordar la trama y el ritmo de los personajes. Hacen un apropiado toque en los temas que resultan tan comunes como penosos en el día a día de las sociedades paralelas en las que se desarrollan.

Y mientras la serie sigue conquistando espectadores, Verónica Castro marca con ella su regreso a la pantalla chica; Manolo Caro el director,  reafirma que tiene talento y chispa en cada proyecto; Darío Yazbek Bernal el medio hermano de Gael García Bernal sorprende actoralmente, pues ya sabíamos que es un excelente 1st AD; Aislinn Derbez engancha con su mirada y elocuencia, y así cada personaje destaca con su gracia y abona a que esta sea una telenovela seriada que destaque entre todas las que han intentado llegar al éxito en la audiencia.

Cecilia Suárez actriz que da vida a uno de los personajes más importantes hasta el momento, se ha llevado con bombo y platillo las tendencias en las redes sociales, y es que su personaje de Paulina de la Mora, la mayor de la familia, quien se encarga de contener graciosamente todas las crisis, destaca por su peculiar forma de articular sus mensajes tan pausados, tanto que ya inició el #PaulinaDeLaMoraChallenge, en el que la gente imita su forma de hablar, cabe mencionar que los videos y memes ya están en su apogeo.

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Cabe señalar también que para Manolo Caro no es vergonzoso ni reprochan que se le diga que esta no es una serie, como muchos lo pensaron, sino una telenovela, pues dice que es el momento de enaltecer al gran género que por años dignificó las historias de la pantalla chica y en el que además, todos vivimos, “el proyecto supone la reinvención de un producto que ha sido muy ‘generoso’ con México, devaluado con los años, pero vigente”, “pensaban que yo me enojaría. Y al contrario. Es coherente y genuino. No hay nada más real en la vida que este género, porque vivimos en él”, comentó a El País.