Antes de empezar esta columna, te daré mi conclusión: sí, Locke and Key vale la pena como serie. Y más como comic.
El 7 de febrero de 2020 se estrenó en Netlfix la primera temporada de la serie Locke & Key, inspirada en el comic de mismo nombre creado por el escritor Joe Hill y el dibujante Gabriel Rodríguez.
El comic data del año 2007 y ha sido publicado por la editorial IDW desde entonces. No se publica como un título mensual o regular, sino como miniseries o especiales de un número. Actualmente se pueden conseguir como recopilaciones. En español, lo publica la compañía Panini y se puede conseguir en las tiendas de la compañía, en tiendas departamentales o por internet, en servicios como Amazon.
En Estados Unidos, el comic es considerado de culto y la misma editorial IDW se ha dado a la tarea de promoverlo para conseguir una adaptación cinematográfica o televisiva, siendo la segunda opción la que se consiguió. Durante mucho tiempo han existido intentos de adaptarla y finalmente se consiguió.
La pregunta es… ¿La adaptación es un éxito? ¿Se consiguió hacer un buen trabajo? Admitámoslo, el nombre probablemente de la serie (o el comic) nos diga poco y es que, a pesar de que Joe Hill es un popular escritor de novelas y comics, el título del mismo, así como la editorial, no tienen los mayores números de venta; lo cual, a su vez nos libera de las críticas profundas y juicios duros.
La serie de Locke and Key difiere en la forma si bien no en el fondo. Para Netflix, los diez capítulos de la primera temporada podrían ser calificados más dentro del género de fantasía con algo –o mucho- suspenso, mientras que su contraparte en comic es una historia de lo sobrenatural con toques de crimen. Ambas tienen su encanto.
Una de las cualidades del comic -y que no puede ser traducido en otro medio- es la poesía de su prosa que, si bien no es rimada, sí tiene una gran cadencia que se combina a la perfección con el arte de Rodríguez, artista chileno con muchas virtudes y quien logra imprimir también muy buen ritmo a cada número. Hill y Rodríguez hacen una excelente mancuerna creativa. La manera en que cuentan la historia te atrapa y lleva a donde ellos lo deciden. En pocas páginas, te interesarás por los personajes, el desarrollo y desenlace.
En cuanto a la serie, esta se toma muchas libertades, aunque con la aceptación de sus creadores, quienes incluso hacen un cameo en el episodio final. Hill coescribe el primer episodio. La realización televisiva es bien lograda, desde la música que nos indica de inmediato la temática y género de Locke and Key, hasta su buena elección de casting. Los actores cumplen con las exigencias de los papeles y nos generan un ambiente verosímil donde convive lo urbano con lo fantástico. Parece que también han quedado atrás las series demasiado obscuras de Netflix en las que en ocasiones era difícil distinguir lo que ocurría y hasta se perdía un poco de la actuación.
No importa si no has leído el comic o no conoces el trabajo de Hill y Rodríguez. Por cierto, Joe Hill es hijo de los escritores Tabitha y Stephen King, más renunció a su apellido para hacerse camino por sí sólo. Y vaya que lo ha conseguido. No por nada las productoras se han disputado varias de sus obras para adaptar. Locke and Key llegó a contar a Steven Spielberg entre sus productores. Por otro lado, en 2011 se produjo un programa piloto para Fox, que fue rechazado, pero se puede ver gratis en la plataforma Vimeo:
Aún no se anuncia una nueva temporada del programa, pero ya se encuentra en preproducción (por si las dudas). Entre que se deciden, ya podemos ver la primera temporada en Netlfix, o bien, leer los comics por distintos medios.
