Memento, el primer largometraje del director estadounidense, Christopher Nolan, cumple 20 años. a la fecha, hay quien dice que es su primer filme. Y mientras que esto no pasa de ser una opinión, lo cierto es que su primera producción deja una huella indeleble en la memoria.
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Memento fue estrenada en Italia el 5 de septiembre de 2000, como parte del Festival de Cine de Venecia. También participó en otros festivales, tales como el de Deauville, el de Toronto, Raindance y en el de Sundance. El 16 de marzo inició su distribución moderada en las salas de Estados Unidos, aunque ya había sido lanzada de manera comercial en varios países de todo el mundo.
Desde entonces, Nolan se ha destacado por cada una de sus producciones y fue la trilogía de Batman la que lo colocó como uno de los directores de cine más importantes de hoy en día. El año pasado, su filme Tenet se utilizó para sortear las complicadas aguas de la pandemia y tratar de aminorar su impacto en la industria del cine. Warner Bros la eligió por ser una de sus producciones más sobresalientes y esperadas, junto con Wonder Woman 1984.
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Pero no siempre fue a gran escala todo lo que tenía que ver con Nolan. Paralelamente, sus historias y filmes han ido creciendo con cada nueva propuesta. Así tenemos un abanico amplio, pero reconocible, que va desde el thriller sicológico de Memento hasta las paradojas temporales apocalípticas de Tenet.
Memento, basada en la historia corta de Jonathan Nolan, hermano de Christopher, y que lleva por título, “Memento Mori”. El thriller es una muy interesante e ingeniosa propuesta. En la versión fílmica, Chris Nolan apuesta a solamente narrar y dejarla lucir por sí misma. Es una película que desde el inicio intriga e involucra a los espectadores. Seguro, puede parecer complicada y enredada, creando una barrera para los más impacientes. Mas una vez que dicho muro es rebasado, la historia cae por sí misma y, de manera casi literal, nos permite ver el rompecabezas completo.
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Guy Pierce, Carrie Anne-Moss y Joe Pantoliano llevan gran parte del peso de la intrincada historia que involucra asesinatos y venganza. El dilema principal es que el protagonista y vengador, no recuerda que es lo que sucedió, sólo el evento a facturar. El público, está obligado a ver la situación desde su perspectiva. No se trata de un caso de amnesia, sino de la imposibilidad de no poder recordar a corto plazo. Leonard Shelby (Pierce), ha sido víctima de un accidente junto con su esposa y durante este, su cerebro sufre una lesión que le impide fijar las memorias recientes.
El trauma lo obliga a desarrollar una técnica que le permita desempeñarse de una manera más o menos funcional.
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Desde el principio es reconocible el estilo de Nolan, si bien lo podemos ver en una fase de adolescencia artística, en gran parte porque también es palpable que se trata de una producción de moderado presupuesto. Claro que esto no es impedimento para que el cineasta sorprenda con sus recursos e inventiva.
Christopher Nolan es un director que exige mucho de su púbico, pero que retribuye en la misma medida. De manera general, al terminar sus filmes el espectador queda satisfecho como el detective que llega al final de un caso. Y si no queda del todo satisfecho, la curiosidad lo hará regresar una o varias veces más hasta desenmarañar el hilo. Memento es un perfecto ejemplo y el primero en su filmografía. Hoy lo recordamos a 20 años de su estreno.
