Un género musical que no se relaciona necesariamente con el sonido de Pink Floyd o de su guitarrista y último líder, David Gilmour, es el de la música electrónica. por lo que resulta por demás interesante hablar del proyecto que el guitarrista de Cambridge grabó junto con el dueto conocido como The Orb.
Metallic Spheres es un material sumamente interesante y refrescante al oído. Salió a la venta el 12 de octubre de 2010 y ya llega a su primer decenio. De característica ambiental, con pocas vocales y con la guitarra como protagonista es que el disco se desarrolla por casi 49 minutos.
Metallic Spheres sólo cuenta con tres composiciones divididas por secciones. La primera, “Metallic Side”, se compone de 5, como en el estilo del rock progresivo por el cual Gilmour es conocido. La segunda, “Spheres Side”, también cuenta con 5 partes, mientras que el último corte, “Cult of Youth Ambient Mix”, consta de dos. Este último, por cierto, sólo estaba disponible en la compra por medio de Itunes.
Reminiscente del estilo de Mike Oldfield (creador de Tubular Bells, tema usado para la cinta El Exorcista), es que la placa se desempeña al interior de nuestros oídos. La guitarra, si bien cumple el papel de la voz al encontrarse en primer plano, también lo hace de manera discreta, sin muchas explosiones como podríamos esperar de Gilmour. Es una especie de susurro que da sentido a la interesante base musical creada por The Orb.
No podemos dejar de mencionar la colaboración y producción de Youth, músico, compositor y bajista que trabaja a menudo con el The Orb y quien es parte de la banda de rock inglesa, Killing Joke, una institución por derecho propio.
El disco a veces es muy sofisticado, en otras ocasiones recurre al sonido campirano, pero todo el tiempo Metallic Spheres mantiene nuestra atención. Solos de guitarra que se fusionan a la perfección con la electrónica y con recursos recurrentes como el uso del slide que tanto gusta a Gilmour, contribuye a generar una atmósfera especial. El aparato antes mencionado es un tubo de cristal o de metal (dependiendo del efecto que se quiera lograr) y que suele colocarse en el dedo anular de la mano izquierda para que las notas musicales se “arrastren” a las siguientes, dando en efecto de continuidad.
Metallic Spheres no es un disco tan conocido, pero sin duda, es uno que merece unos minutos de nuestro tiempo. Hoy aprovechamos el pretexto de sus primeros 10 años para recomendarlo.