Puede sonar presuntuoso, pero el británico Peter Gabriel compuso la banda sonora para el llamado “Show del Milenio”. Esta obra se puso a la venta como disco de audio y lleva por nombre OVO. Constituye su disco número 11 de estudio.
Como buen rockero emanado del género progresivo, Gabriel se distingue por la elaboración de un álbum conceptual en el que habla acerca de las diferencias sociales, de la guerra y el desperdicio de recursos que provoca. A veces se gana, más no se mejora.
En 12 canciones y 1 hora con dos minutos de duración, Gabriel se vale de su excelente banda musical en la cual se incluye al siempre leal Tony Levin (también de King Crimson) e invitados como las cantantes Neneh Cherry y Alison Goldfrapp.
Las influencias musicales en OVO son varias, por lo que no se cataloga solamente como un disco de rock. Se distinguen ritmos de oriente y africanos que resultan en un producto por demás interesante al oído. Contiene electrónico y acústico, canciones e instrumentales, slow, medium y up tempos; todo con la finalidad de servir a la historia
El material tuvo un sencillo, “The Tower That Ate People”, aunque el track titulado “Father and Son” también se convirtió en clásico del repertorio de Gabriel.
OVO fue creado para presentarse en el Millenium Dome Show, un espectáculo dirigido por Gabriel y Mark Fisher, arquitecto quien ha diseñado escenarios para Pink Floyd, U2, Metallica, Madonna y más. El recinto se encuentra en la península de Greenwich, en Londres.
El performance visual y auditivo trata acerca de un conflicto entre gente que vive en el cielo –una ciudad flotante- y otros que viven en Tierra. Al estilo Romeo y Julieta, dos jóvenes se enamoran, pero la guerra les impide vivir su amor. Al final, uno de los bandos gana y los derrotados se integran al reino vencedor. Ambos jóvenes vuelan lejos para encontrar su propio destino.
El show se estrenó el 1 de enero del año 2000 y tuvo 999 representaciones, finalizando el 31 de diciembre de dicho año.
OVO también sirvió para delimitar al que se daría a conocer como un “nuevo” Peter Gabriel, más maduro y refinado, quien dejó al público joven para identificarse con el adulto. Esa evolución es notable con el disco que este 2020 cumple ya 20 años de existencia. OVO es una gran experiencia y un gran disco de Gabriel.
