El 3 de diciembre de 1919 fallece en la ciudad de Cagnes-sur-Mer el famoso pintor Pierre-Auguste Renoir a los 78 años de edad. Nacido el 25 de febrero de 1841 en Limoges, Alto Vienne, Renoir perteneció a la corriente pictórica impresionista y fue uno de sus fundadores. Nos encontramos ya a 100 años de tal acontecimiento.
Desde joven, Renoir se interesó en las artes como la música, pero elegiría la pintura. Se desarrollaría en el propositivo, ecléctico y bohemio círculo francés de finales de los 1800’s.
Amante también de la naturaleza, del campo abierto y la figura femenina a la que le dedicó gran parte de su carrera, Renoir, como muchos artistas de su época, lucho contra la marea: debió sortear problemas de dinero desde su juventud y posteriormente, de salud. La artritis lo atacó duramente por años: sin embargo, el pintor se las ingenió para poder continuar plasmando su visión. En su etapa tardía buscó mayores bondades climáticas y realizó su arte hasta la muerte. Para entonces, ganaba de buena reputación, por lo que pudo ver de alguna manera, los frutos de su trabajo. Con todo eso, Renoir no podía haber imaginado la relevancia que cobraría tanto el movimiento pictórico que ayudaría a iniciar ni el valor cultural que cobraría su trabajo.
En 1915 Pierre-Auguste perdió a su esposa Aline, y sus hijos resultaron heridos en la Primera Guerra Mundial y es cuatro años más tarde que sucumbe a la neumonía.
Algunas de las obras más populares del artista son:
“Jarrón de flores” de 1866:
“Naturaleza muerta y bouquet” 1871:
“Mujer con sombrilla en un jardín” de entre 1873 y 75:
“Baile en Moulin de la Galette” 1876:
“La Grenouillère” de 1879:
“Almuerzo de remeros” de 1880 u 81:
“Castaño en flor” de 1881:
“Dos niñas al piano” de 1882:
“Por la orilla del mar” de 1883: