Hace algunos años, no era tan común encontrar a alguien que dijera ser fan de Pink Floyd. Aunque sí los había, de “hueso colorado”. Si hacías un sondeo entre la gente, encontrarías quien dijera que Pink Floyd era el cantante o bien, su “canción conocida” era la de The Wall. De hecho, era algo que en efecto, le llegó a suceder a la banda y lo plasmaron en la canción Have a Cigar, del disco Wish You Were Here de 1975. Cuando firmaron su primer contrato musical, el mánager les preguntó “¿Quién de ustedes es Pink?”
Ahora bien, afortunadamente, Pink Floyd se ha convertido en una de las bandas de rock por excelencia. Sus orígenes psicodélicos y progresivos siguen siendo poco conocidos; son recordados por algunas baladas a las que se les da valor romántico, como en caso de Wish You Were Here. Paradójicamente, Pink Floyd nunca fue un grupo que dedicara canciones al amor. Y si bien lo hacían, era a las afectaciones que tenían las relaciones humanas, no tanto al romanticismo. Como el caso de If, de Roger Waters, en el que más que hablar de amor, trata acerca de una persona que siempre falla a su pareja: “Si yo fuera un tren, llegaría retrasado otra vez”.
Aun así, el éxito que goza Pink Floyd –irónicamente- tras su desintegración ha tenido un crecimiento exponencial, si bien algunos de sus primeros discos no son tan conocidos, incluso entre sus fans. Tal es el caso de More, que cumple sus primeros 50 años de vida el 13 de junio de 2019.
More es una colección de canciones cortas, seleccionadas o creadas para ser parte de la banda sonora de la película de mismo nombre y debut en largometraje del director Barbet Schroeder, conocido por cintas como Our Lady of the Assassins (La virgen de los sicarios) o Single White Female (Mujer blanca soltera busca…). Por cierto, Floyd (y el resto de sus integrantes) también aportarían la música para el siguiente filme de Schroeder, La Vallée (conocida como Obscured by Clouds).
Como dato curioso, Pink Floyd negó el uso de Atom Heart Mother a Stanley Kubrick en A Clockwork Orange (Naranja Mecánica). Eso no evitó que la portada de dicho disco apareciera dentro de la cinta.
Regresando al tema de atención, el 50 aniversario de More, que bien podría ser EL disco menos conocido del cuarteto, es una colaboración interesante. Para empezar, es el primer disco sin una canción de su creador, Syd Barrett, y el tercero en la carrera del grupo. Ya en ese entonces, predomina el liderazgo de Waters en la composición y el estilo del grupo sufre una dilución.
En More, tampoco hay composiciones demasiado largas; son 13 canciones cuyo estilo es un poco de todo, encaminado hacia la nostalgia y nada demasiado explosivo, salvo The Nile Song, que es de lo más agresivo en su catálogo (o Ibiza Bar, que es musicalmente similar).
Dos de los tracks ya eran conocidos y varias canciones habían sido utilizadas previamente dentro de una suite que ejecutaban en vivo. Green is the Colour es una agradable composición, de estilo melancólico y baladezco que en vivo antecedía a Careful with that Axe, Eugene, con un puente musical largo. Iban de lo tranquilo, a lo violento.
Cymbaline era la otra canción “popular” y uno de los clásicos tempranos. En esta, por cierto, existe otro coqueteo con los comics, al mencionar a Doctor Strange, de Marvel.
Una imagen del hechicero aparece entre las imágenes de la portada del disco anterior, A Saucerful of Secrets.
El director de la película de 2016, Scott Derrickson, devolvió el favor al incluir Interstellar Overdrive, de Floyd, en la secuencia donde Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) sufre el accidente que le cambia la vida.
More también contiene la primera composición de David Gilmour en solitario. Esta es, obviamente, una composición en guitarra. Lo peculiar es que es guitarra española y no es lo mejor que le escucharíamos. Se titula A Spanish Piece.
Pocas de estas canciones fueron utilizadas por el propio grupo en sus presentaciones en vivo, lo que contribuyó a que no se arraigaran tanto en el gusto. Nick Mason y su nuevo grupo (Saucerful of Secrets) sí tocan una que otra, pues se dedican a explorar la música de Floyd previa a Dark Side of the Moon. Y a 50 años de More, mucha gente hará lo mismo al redescubrir estas joyas.