“Mis alumnos son mis mejores maestros”, afirmó Juan Roberto Mora Catlett, quien recibió un homenaje en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC) de la UNAM, por su trayectoria como creador, docente por casi 45 años, y por ser recientemente designado el “mejor maestro de cine en el mundo” 2019, por la Asociación Internacional de Escuelas de Cine y Televisión.
En conferencia de medios, en la sala “Manuel González Casanova” de la ENAC, en Ciudad Universitaria, Juan Mora compartió que no sólo se ha dedicado a hacer películas, sino a formar gente que hace cine.
“Lo más importante de esta actividad es lo que decía Francis Bacon: ‘Conocimiento es poder’, y enseñar en la Universidad es dar a los jóvenes, futuros narradores, la posibilidad de incidir en su sociedad, porque no sólo han sido hacedores, sino funcionarios relacionados con la cinematografía, lo que es un orgullo para la UNAM. Alguna vez le dije a Alfonso Cuarón que cuando vi su crédito en ‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’, lloré”, recordó.
Juan Mora, quien estudió en la Facultad de Cine y Televisión de la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño de Praga, en la entonces Checoslovaquia, regresó a México en 1975, donde se interesó en fraguar películas “que faltaban en la historia de la cinematografía mexicana: una especie de cintas en búsqueda de mis raíces, películas habladas en lenguas originarias”, como In Necuepaliztli in Aztlan (Retorno a Aztlán).
La ira o el seol
Este jueves 15 de agosto, a las 18 horas, en la ENAC, y un día después en la Cineteca Nacional, se proyectará su más reciente largometraje “La ira o el seol”.
“Seol es una palabra hebrea que implica infierno, ‘la ira o el infierno’, es una película formada por una parte documental, integrada por entrevistas o testimonios de sobrevivientes de cáncer, supuestamente terminal, yo soy uno de ellos; y por otro lado, dos ficciones que escribí durante la época que estaba convaleciente”, recordó.
El director, guionista, productor, posproductor, editor y ahora distribuidor, mencionó que con esos tres elementos del filme se busca proyectar una imagen positiva sobre lo que es el proceso de sanación de esta enfermedad, considerada una condena de muerte.
El cine es un arte joven, consideró, “creo que es como el teclado de un piano, en un extremo tenemos lo que llamamos documental y en el otro la ficción, y en medio hay una escala infinita de posibilidades”.
Si hacía “La ira o el seol” como documental, sería un discurso racional y se perdería la parte que aprendió de su trabajo interior. Juan Mora aseguró que dicho trabajo fílmico no busca prestigio, taquilla ni festivales, sino una “luz de esperanza”.
“En mi caso, viví para recuperarme y colocar en la pantalla esos procesos internos, los elementos de la ficción; ayudan mucho las herramientas contemporáneas de la animación digital. Sentí que para darle la visión completa del tema había que ofrecer los dos lados: el racional documental y el emocional”, concluyó.
La CILECT es integrada actualmente por más de 180 escuelas profesionales de cine, televisión y medios audiovisuales provenientes de 65 países de los cinco continentes. El reconocimiento por su labor docente y artística como formador de cineastas será recibido en ceremonia a realizarse el 10 de octubre del año en curso, en el marco del Congreso CILECT, en Moscú, Rusia, en la escuela de cine más antigua del mundo: VGIK “Sergei Gerasimov”.
