Por esta página habrás visto nuestra muy breve reseña del primer disco de Yes y en el que aclaramos que no se trata de un grupo que sólo haya tenido “una canción”. Te dejo el link:
Pues bien, así como Yes es un grupo de rock que sigue vigente y que forma parte de la base del género, existe otro grupo (bueno, muchos, pero nos centraremos en un para fines prácticos) que es igual de importante y que, si bien no llegó a ser tan conocido como otros contemporáneos ingleses, sí es bastante respetado: Jethro Tull.
Stand Up es el segundo material de la agrupación británica de rock, en el que se integra el guitarrista Martin Barre, de los más representativos de Jethro y hace sinergia con uno de los iniciadores –y líder-, Ian Anderson. En esta placa, se escucha ya una banda más definida, menos bluesera pero a la vez, más rockera. Las guitarras eléctricas de Barre son predominantes en la grabación, así como la inconfundible flauta de Anderson.
Stand Up es un disco poco comercial pero que con el paso de los años resulta más digerible y menos pesado. Es más accesible a los auditorios actuales y, quien sabe, si se le diera mayor difusión, probablemente podría tomar un segundo aire. 10 canciones que en 2001 fueron expandidas a 14.
Uno de los grandes clásicos de Tull, aunque se utilizó para promoción del disco, no se incluyó en Stand Up. Se trata de Living in the Past y es de las canciones que Anderson y compañía siguen interpretando (para remediar, se incluyó en la edición de compacto, la remasterización de 2001). Living fue tan importante que en 1972 dio nombre a un álbum completo.
Pero por canciones clásicas no paramos. En Stand Up también encontramos una de las más importantes: Boureé, basada en la composición clásica barroca de Johann Sebastian Bach. El genio de la música la escribió para laúd y forma parte del quinto movimiento de la Suite en Re menor. Ian Anderson hizo una gran versión, cambiando las cuerdas por el viento, pasando del laúd a la flauta. Inicia el track y los instrumentos eléctricos se van integrando de manera natural, progresiva, orgánica, dando velocidad e intensidad. El bajo eléctrico sincopado también ayuda a dar un sentido jazzístico que se confirma al entrar la batería.
Jethro Tull es una banda difícil de catalogar, desde su género musical hasta su historia y alineación. Para empezar, el origen de su nombre es casi desconocido, incluso para los mismos ingleses.
Jethro Tull fue un granjero e inventor de aquella región que ayudó a perfeccionar el sistema de siembra, contribuyendo con la revolución agrícola. El nombre se adoptó simplemente porque sonaba bien.
Por otro lado, aunque generalmente es un quinteto, la banda en realidad consiste de Ian Anderson y Martin Barre. Aunque han tenido desacuerdos y muchos altos en el camino, se mantienen activos. Y no han lanzado disco de estudio desde su producción navideña de 2003, mas se rumora que hay uno en el horno (aunque eso dice Anderson desde hace casi dos años).
No importa, la contribución musical de Jetro es basta, la flauta de Anderson, esencial en el progresivo. Y el disco del que hoy hablamos, Stand Up, segundo en su carrera, al cumplir sus 50 años se sigue escuchando muy bien. Es una gran pieza de rock.
Según comentó Anderson alguna vez, al principio eran tan malos que su agente, para conseguirles actuaciones, todas las semanas les cambiaba el nombre. Cuando empezaron a sonar decentemente ya se llamaban Jethro Tull, entonces lo conservaron. También según Anderson, nunca se sintió cómodo con ese apelativo porque es el nombre de una persona real. Hay incluso un single prehistórico donde se llamaban Jethro Toe (habrán tenido miedo que los descendientes del Tull original los demandara…).