The Book of Souls, último disco de Iron Maiden.
Por alguna incomprensible razón, la cultura occidental tiene la tendencia a demeritar a la gente de edad. Se tiene el concepto que los viejos deben dejar su lugar a los jóvenes. Lo cual es irónico, pues en el mejor de los casos la mayoría de la población llegará a ese punto de la vida motivo de desdén. Algo parecido les sucede a los grupos musicales –o solistas-. Y varios de ellos demuestran lo contrario. El caso de hoy es el de Iron Maiden.
El mítico grupo de heavy metal lanzó lo que hasta ahora es su última producción de estudio: The Book of Souls hace un lustro, el 4 de septiembre de 2015. El álbum de estudio número 16 en la indeleble carrera de la agrupación inglesa cuenta con un material de la más alta calidad musical.
Para los que son seguidores, “El libro de las almas” puso fin a una espera de cinco años con respecto a la anterior producción, The Final Frontier (que ya cubrimos aquí). Te dejo la liga:
The Book of Souls fue importante para Maiden, pues llegó en un momento importante. Por un lado, calló las críticas que decían que el grupo estaba viviendo horas extras en el mundo de la música. Por otro lado, llamó la atención sobre la salud de compositor y cantante Bruce Dickinson, a quien se le diagnosticó un tumor maligno en la boca. Un agresivo tratamiento tuvo réditos y el vocalista se recuperó, regresando al poco tiempo a la actividad con su grupo, gracias en gran parte, al temprano diagnóstico. Contra los diferentes pronósticos, Iron Maiden continuó su camino.
Los cortes promocionales del disco fueron “Speed of Light”, del 14 de agosto de 2015 y “Empire of the Clouds”, del 16 de abril de 2016. Más allá de estos, el total de las composiciones compartidas (cuando históricamente el generador principal de ideas ha sido el bajista y tecladista Steve Harris), demuestran que Maiden continúa en espléndida forma. El sonido tradicional sigue ahí y se enriquece con la aportación de cada uno de sus componentes humanos.
Desde su producción anterior habían desacelerado el ritmo, compensando con buenas armonías, ejecución y contenido. Es más, una evolución, que un cambio obligado por el paso del tiempo. El Maiden maduro suena tan bien como el ochentero y cada una de sus 11 canciones lo comprueban.
A su vez, algunas de sus canciones suenan a esos himnos pensados para corear en estadios, como “The Red and the Black” y su contagioso coro. Canciones que van de lo acústico a lo eléctrico en una montaña rusa de acordes y vocales y que nos recuerdan que tan importante es el sonido como el silencio, los puntos altos vertiginosos y extrovertidos como aquellos ensimismados.
El grupo tampoco toma en consideración los tiempos comerciales, pues los tracks van desde los 5 minutos hasta los 18; eso sí, cada de ellos en una progresión orgánica.
Fue con este disco que Iron Maiden visitó México (además de una larga lista de países) en 2016 durante el Book of Souls World Tour. Sin embargo, no sería su última visita, pues el honor se repitió el 2019 con Legacy of the Beast World Tour. El “Legado de la Bestia”, además, comprende una experiencia en comic a cargo de los responsables de la publicación Heavy Metal, quienes produjeron una miniserie de 5 números como parte de la experiencia multisensorial que llegó a las tiendas en 2017 y se repitió en 2019 con una nueva entrega de tres partes.
Los de Iron Maiden, si bien han tenido que hacer alto obligado por la pandemia, se espera que regresen en 2021 a los escenarios. Y mientras eso sucede, ¿Qué tal si escuchamos The Book of Souls a cinco años de su estreno?