Se trata de la tercera (o cuarta) película producida por Marvel Studios, Thor, que tuvo su estreno el 6 de mayo de 2011.
Era un proyecto muy ambicioso para la nueva productora y formaba parte de un plan que se antojaba improbable para reunir a varios de los “nuevos” héroes en una película que llevaría por nombre Avengers, programada para estrenarse al año siguiente. Era la primera vez que se montaba un proyecto de tal magnitud para juntar a varios personajes que tuvieran sus propias franquicias y que convivieran en un universo compartido.
El preludio a Thor se da con la escena post créditos de Iron Man 2 de 2010 en el que vemos al agente Coulson llegar al desierto, donde se ha congregado una buena cantidad de lugareños en torno al cráter creado por el aterrizaje de Mjolnir, el martillo del dios del trueno.
.
Thor representaba un reto. En el caso de superhéroes como Captain America y Iron Man, resultaba creíble que llegaran a conocerse y convivir dentro de los mismos parámetros establecidos. El caso de Thor era distinto, pues se trata de un ente tomado de la mitología nórdica que era parte de todo un panteón de dioses. Presentarlo de una manera creíble requería de un esfuerzo extra.
En los casos de Tony Stark y Steve Rogers, se trata de dos humanos aumentados, ya sea por medio de la tecnología o por la ciencia. ¿Cómo se podía aplicar el mismo criterio a un ser de leyenda? ¿Cómo se puede anclar un mito a la “realidad”?
Para establecer al nuevo Vengador, Marvel recurrió al actor y director, el irlandés Kenneth Branagh, quien tenía su buena experiencia adaptando historias clásicas al cine, como Henry V y Hamlet de Shakespeare o Frankenstein de Mary Shelley. En tiempos más recientes, protagoniza, produce y dirige la saga fílmica de la obra de Agatha Christie basad en las vivencias del detective Hercule Poirot (Asesinato en el Expreso de Oriente y Muerte en el Nilo).
.
Branagh no pierde tiempo, desde el inicio establece a Thor y a los asgardianos como la comprobación de una leyenda. No se trata de dioses, sino de poderosos seres extraterrestres a los que se les ha mitificado en la Tierra (un concepto ya manejado por algunos autores, entre ellos el propio Jack Kirby, cocreador del Thor marveliano).
La credibilidad de esta mitología reside en buena parte con los actores; el casting para este filme fue muy acertado. Se eligió al todavía no tan conocido Chris Hemsworth, actor capaz, quien realizó su papel con el suficiente realismo.
Natalie Portman (como Jane Foster), Rene Russo (como Frigga) y Anthony Hopkins (como Odin) dieron seriedad a la entrega. Por otro lado, Tom Hiddelston resultó ser la revelación al interpretar a Loki (y quien originalmente hizo casting para interpretar a Thor).
.
La forma en que viajamos de Asgard a la Tierra y de regreso, requiere de una pronta asimilación de la realidad ficticia propuesta, lo cual se logra. Las versiones que vemos de The Warriors Three, Lady Sif (Jamie Alexander) e incluso Heimdall (Idris Elba), son verosímiles y empáticos.
Un recurso interesante tiene que ver directamente con la historia. ¿Cómo hacer que el espectador se identifique rápidamente con un mundo nuevo? Desproveyendo al protagonista de sus atributos. Thor cae en desgracia ante los ojos de su padre y es castigado con un destierro al planeta de los humanos como uno de ellos. Entonces el hijo de Odin se verá obligado a encontrar la redención sin ningún tipo de ventaja. Este es un recorrido que se ve con frecuencia en las narraciones de héroes.
Como es el caso con este tipo de adaptaciones, hay algunas libertades. Jane Foster, por ejemplo, no es una enfermera como en el comic, sino una astrofísica de futuro prometedor. Tampoco vemos al doctor Donald Blake, que fue la identidad original usada por Thor en la Tierra (aunque sí se hace una referencia). Las actualizaciones propuestas en el filme se hacen para dar agilidad y tomar ciertos atajos, mismos que funcionan.
.
Conocemos la versión marvelita de los nueve reinos y una de las creaciones más Kirbiescas, The Destroyer (El Destructor), a los gigantes de hielo de Jojuntheim y vemos actuar por vez primera, de lleno, a otra creación de Kirby y Lee: la misteriosa agencia S.H.I.E.L.D. y al agente Phil Coulson (que resultaría ser vínculo entre varios de los primeros filmes de Marvel).
El aspecto visual tiene el toque espectacular y bien logrado. La propuesta de los distintos reinos, del puente de arcoíris y la ciudad de Asgard, es el sueño de muchos lectores que sólo lo habían visto en papel o en animaciones para televisión.
.
Es Asgard majestuosa, imponente y nos permite ver cómo prospera una cultura en convivencia con su naturaleza. En dicho lugar, no se quitan bosques para crecer, se construye alrededor de ellos, en señal de armonía y respeto.
La música de Patrick Doyle ayuda en gran medida. Frecuente colaborador de Branagh, el compositor conoce los temas; sabe cuándo narrar y cuándo ambientar. Las fanfarrias y sus metales ayudan a la atmósfera.
A su vez, Thor establece el aspecto cósmico de Marvel Studios que resultaría ser de vital importancia a la vez que es también una historia acerca de la humildad y su cumplen 10 años de su estreno.