Los primeros discos de Genesis son los menos conocidos, aunque por muchos de sus seguidores son considerados como los mejores. Lo cierto es que fue en los 80’s cuando llegaron a ser un grupo millonario de pop (y vestigios de rock progresivo) que llenaban estadios.
Antes de ese suceso, Genesis era parte de la ola de rock progresivo de los años 70, con grupos como Yes y King Crimson. Formaban parte de la segunda camada del género, tras la consolidación de grupos como Pink Floyd.
El quinteto tuvo su alineación de oro con Peter Gabriel, Steve Hackett, Phil Collins, Michael Rutherford y Tony Banks a partir de 1971 con el álbum Nursery Crime y durante unos escasos cinco años.
El disco que hoy celebramos es el inmediato antecesor a Nursery y presenta a un Genesis distinto. En lugar de la guitarra de Steve Hackett escuchamos la de Anthony Phillips. Antes de Phil Collins en la batería estuvo John Mayhew, además de Gabriel, Rutherford y Banks. Estos 5 músicos grabaron el álbum Trespass.
El sonido de Genesis se encontraba en proceso de definición y en esta placa escuchamos ya algunas de sus características de la década. Es, por completo, un disco de progresivo, lo cual representaba un gran avance en su identidad. Trespass es el segundo disco de estudio y, al escuchar el primero, From Genesis to Revelation de 1969, podemos apreciar una enorme madurez musical.
El tecladista Tony Banks, así como la flauta y voz de Peter Gabriel, proveen la madera sobre la que se construye el barco. La composición fue colectiva, partiendo de ideas singulares. El trazo del rumbo y sus procesos ayudó para continuar con el movimiento de piezas que daría estabilidad al grupo en el siguiente disco. Esto no significa que quitemos méritos propios a Trespass, pues sus distintas voces tienen claridad en la grabación, al tiempo en que crean consistencia en sus armonías.
El génesis de Genesis fue un tanto inusual, ya que ni siquiera el nombre fue elegido por la banda, sino por su representante. Por ello necesitaban crear identidad propia, conseguida en este disco. Gabriel se va convirtiendo en líder, implementando algunas de sus ideas como la teatralidad en sus conciertos y el uso del concepto unificador audiovisual. Uno de sus grandes clásicos y el track que cierra Trespass es “The Knife”.
El disco consta de sólo 6 canciones con un total de 42 minutos de duración. Cada una de ellas inicia y termina, a diferencia de los discos conceptuales de progresivo que son ligados, herramienta que emplearían con maestría en 1974 con The Lamb Lies Down on Broadway (último disco con Gabriel). Trespass tiene lo necesario para afianzarse en el gusto y la memoria por méritos propios, razón por la cual continuamos hablando de esta producción a 50 años de su presentación.