Empezando el nuevo siglo, hubo una interesante temporada en Marvel Comics. Hemos hablado de los cambios que se implementaron en la línea de X-Men con motivo del estreno del primer filme. Ahora sabemos que la franquicia fue todo un éxito y abrió camino para la producción de películas de superhéroes (siendo Blade, de 1998, de mucha ayuda).
El inédito movimiento cinematográfico coincidió con un cambio en la administración de Marvel. La compañía salía de la bancarrota, gracias en gran parte a que vendieron los derechos de sus personajes a distintas compañías productoras de cine. El dibujante Joe Quesada fue elegido como editor en jefe de la editorial por haber tenido un gran éxito con un grupo de títulos publicados bajo el sello Marvel Knights, con héroes no tan comerciales a los que les dieron un tratamiento más maduro. Daredevil, Inhumans, The Punisher y Black Panther fueron algunos de los comics revitalizados por Quesada y Jimmy Palmiotti, fundadores de la pequeña editorial Event Comics.
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Entre las cualidades de Quesada, estaba la de poder reclutar el talento adecuado para cada título. El cineasta Kevin Smith, los escritores Paul Jenkins y Christopher Priest, además de ilustradores como Jae Lee, Mark Texeira, el propio Quesada y la leyenda Bernie Wrightson, ayudaron a dar nuevos bríos a sus comics.
Ya con Quesada como EIC (Editor in Chief), se eligió a Alex Alonso para supervisar algunos títulos. Alonso fue un editor muy popular en DC Comics y el sello Vertigo (casa de Hellblazer, Sandman, Preacher y otros). Por esta razón, los comics que se le encomendaron tuvieron como mercado meta el público adulto.
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Como parte de la reestructuración de los comics de X-Men (de los cuales hemos hablado en este espacio, y puedes encontrar en la página de Update México), se buscó también elevar la edad promedio del lector.
New X-Men, el comic principal, fue escrito por Grant Morrison; Uncanny X-Men fue encargado a Joe Casey y X-Treme X-Men, al veterano Chris Claremont. El resto de los títulos (Cable, X-Man, Wolverine y otros) continuaron sin mayores cambios. Después de todo, tenía poco que se había relanzado la línea entera de comics de X-Men.
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Una nueva propuesta y un cambio interesante –y radical- lo tuvo X-Force. El título fue estrenado en 1991 y gozó de muy buenas ventas durante algunos años. Con el tiempo, su popularidad disminuyó. Por este motivo, Marvel deseaba darle un nuevo giro. No se canceló -como es la costumbre- para reestrenar con un nuevo #1, sino que se continuó con la numeración normal.
X-Force #116, publicado el 23 de mayo del 2001 –y del cual se cumplen 20 años-, fue un nuevo punto de partida encabezado por el escritor Peter Milligan y el dibujante Mike Allred. Ambos creativos incursionaban por vez primera en un título “comercial” de Marvel, siendo ya experimentados en sus respectivos campos.
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Milligan había escrito –entre otros comics- Hellblazer para Vertigo por lo que ya era conocido de Axel Alonso. Allred era creador de Madman, publicado por Dark Horse (editorial de Hellboy y Sin City). El estilo artístico de Allred es fuertemente influenciado por el de Jack Kirby, siendo incluso aún más caricaturesco e “infantil”. Esta visión le permite impactar con el tono de sus historias, que suelen ser muy agresivas, como en el propio X-Force, creando un alto contraste conceptual.
Todo marchaba a la perfección, pero Marvel encontró un obstáculo: X-Force #116 fue rechazado por el Comic Code Authority (CCA), grupo autorregulatorio financiado por las editoriales y que daba visto bueno a los comics, censurando temas que consideraba no apropiados para todo público, como la sangre y el sexo. X-Force fue rechazado por su violencia –esencial para su concepto-. Joe Quesada decidió rebelarse contra el CCA y publicó el comic sin el sello de aprobación, como lo hiciera Stan Lee en los 70’s durante dos números de Amazing Spider-Man en los que se hablaba acerca de las drogas.
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Con el tiempo, Marvel dejó de usar el sello del CCA y creó su propio sistema de clasificación, similar al de los videojuegos. Las demás compañías siguieron el ejemplo y algunos años después, el Comic Code Authority dejó de existir.
Marvel fue al extremo de colocar una leyenda a manera de burla en la portada de X-Force #116. En esta se lee: “Hey Kids! Look, No Code!” (“¡Hey, niños! Miren, ¡No hay Código!”):
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X-Force se alejó diametralmente de todos los comics de X-Men y de Marvel. Se presentó un equipo totalmente nuevo, personajes de nombres extraños, a veces absurdos, y con poderes muy distintos que podían ser grotescos o sin sentido práctico (no todos podían ser Wolverine o Storm, ¿correcto?).
El colectivo de mutantes había sido contratado para hacer un reality show en el que operarían como un grupo de héroes respondiendo a varias misiones. El público vería el día a día de sus operaciones y su vida privada, morbo incluido. La finalidad del comic era la crítica a este tipo de programas televisados que crecían rápidamente como una moda (y que hoy en día, son una normalidad). Durante la primera misión de X-Force, todo sale horriblemente mal y la mayoría de los integrantes muere de una manera por demás sangrienta frente a las cámaras que transmiten en vivo.
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Se reclutan nuevos miembros; después de todo, el espectáculo debe continuar. X-Force tiene que seguir brindando diversión a su público y creando nuevas estrellas. X-Force, como muchas celebridades, son considerados más una marca que seres humanos. Hay que reemplazarlos para seguir vendiendo su mercancía.
El comic tuvo un gran recibimiento por parte de la crítica y de los lectores pues era totalmente impredecible. Ninguno de los personajes estaba a salvo, ni siquiera los favoritos.
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X-Force alcanzó el número #129 y después fue cancelado para ser lanzado bajo otro nombre: X-Statix, que llegó al #26, además de desprender una miniserie de 5 números.
Después de eso, X-Statix perdió popularidad y sus creadores se dedicaron a otros proyectos. El nombre de X-Force se utilizó para otra versión, consistente de un grupo de choque que operaba las misiones más secretas en las que no actuaban abiertamente The X-Men. La nueva encarnación estaba a cargo de Wolverine como líder táctico y participaban otros personajes sanguinarios.
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Marvel trató de revivir a X-Statix con una miniserie de dos números (en 2003) y un especial Giant-Size (en 2019). En 2020 se planeaba una publicar un nuevo volumen del título con sus creadores originales, pero fue desechado debido a la pandemia. Las editoriales pararon su producción y reorganizaron su plan editorial, descartando varios títulos y miniseries. X-Statix fue una de las bajas de Marvel, por lo que no es muy probable que los volvamos a ver en un futuro cercano, más los recordamos a 20 años de su presentación.