Aparentemente, la batalla ha terminado y ambos lados curan sus heridas. Magneto está en coma y uno de los X-Men, agoniza. La historia continúa en Fatal Attractions V: Wolverine.
Antes de ser dejado en estado vegetativo por Charles Xavier, Magneto hiere mortalmente a varios X-Men como Cable y a Wolverine, a quien le ha arrancado todo el (metal) Adamantium de sus huesos, dejándolo al borde de la muerte. El factor de curación del canadiense está superado ante la gravedad de las heridas.
– “¿Alguna vez has estado tan lastimado que no puedes escuchar más que un agudo rugido…? ¿…Y entonces te das cuenta de que era tu propio sonido, gritando?”. Esa es la agonía que describe Logan en su mente.
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Algunos de los X-Men (Charles, Jean, Rogue, Gambit, Bishop y Quicksilver) trasladan de urgencia en el Blackbird (su jet) a Wolverine, para intentar salvarlo en la Mansion X (la pelea se realizó en Avalon, el paraíso ahora destruido de Magneto). En el proceso, Charles pide a Jean entrar a la mente de Logan para calmar su dolor.
Dentro de la mente de Wolverine, vemos varios pasajes de su pasado y momentos importantes (propio para una edición de aniversario; en este caso, el número 75 de su revista).
Por medio de escenarios surrealistas al más puro estilo Dalí, vemos varias de las luchas de Logan contra Sabretooth, así como parte del proceso del experimento Weapon X (con el que le implantan el Adamantium en los huesos). Este tipo de recuerdos sirven para ampliar el panorama de los lectores casuales.
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El Blackbird falla y los X deben de aterrizar de la mejor manera posible. Simultáneamente, el moribundo Wolverine despierta y pide no ser sedado. Su factor mutante intenta sanarlo, mas sus heridas se reabren casi instantáneamente.
Mentalmente, Charles y Jean hacen todo lo posible por aliviar el dolor de Wolverine. Logan le dice a su mentor: “¡Déjame ir, Charlie! ¡Déjame ir hacia es tibia luz! ¿Escuchas esa música? Son las voces de todos a quienes he amado, cantando el final de la soledad y la pena. Es el brillante acorde de la redención”.
A lo que Xavier responde: ¡Logan! ¡¡Es la muerte!!”.
– “Ay, Charlie, ¿crees que no lo sé?”.
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En una secuencia espiritual, Illyana (quien acaba de fallecer) habla con Logan y le impide el paso a la muerte.
El jet se fragmenta en el aire y es el poder telequinético de Jean el que logra mantenerlo unido. Una puerta vuela al vacío, arrastrando a Jean con ella. Antes de salir expulsada, una mano aferra a la joven a la nave… es Wolverine que ha regresado.
Ya en casa, Wolverine es atendido y las actividades regresan gradualmente a la normalidad. Logan está demasiado débil y vulnerable sin su esqueleto, por lo que duda de su permanencia. Su factor de curación también está peligrosamente disminuido.
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Durante una dura sesión de entrenamiento en el Danger Room (Cuarto del peligro), Logan deja que la furia lo domine y algo inesperado sucede… expulsa sus garras.
El momento fue uno de los más impactantes en la historia del personaje, pues se desconocía la naturaleza de las garras del canadiense.
Desde el debut de Wolverine en 1974, se había especulado al respecto. Al principio, se creía que podrían ser parte de sus guantes y después, que eran implantes hechos en el programa Weapon X. En este número, después de casi 20 años, se revela la verdad.
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En el epílogo, Logan habla con Jubilee y le dice que desconoce de su propia vida como el hecho de tener garras naturales, por lo que cree que debió haber nacido con ellas y se pregunta cómo es que no las recuerda antes de haber sido revestido con Adamtium.
Jubes le pregunta cómo pueden sanar sus manos cada vez que saca las garras, a lo cual responde Wolverine que las expulsa constantemente para mantener las heridas abiertas y que el dolor es constante. Su factor de curación es de poca ayuda.
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Por la noche, Wolverine deja la mansión sin decir a nadie. Solamente escribe una carta de despedida a Jubilee:
– “…Así que, piensa en mí a veces, y sonríe, porque así es como siempre te voy a recordar. Y recuerda que siempre te extrañaré… más de lo que puedas imaginar… con amor, Logan”.
De esta manera, Wolverine dejó durante un tiempo a los X-Men, en una etapa en la que se enfrentaron a los Acolytes de Fabián Cortés (quien regresa aprovechando la ausencia de Magneto), a los Avengers y cuando se casaron Jean y Scott, entre otros eventos.
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Fatal Attractions, está llegando a su final con solo un capítulo restante, el de Excalibur (con el que cerraremos esta serie de notas).
La portada de Wolverine #75 tuvo el mismo diseño de los demás capítulos, abarcando ambos lados y con un holograma dibujado por Adam Kubert al frente. El precio se incrementó considerablemente, de 1.75 dólares a 3.95 (por esa ocasión), debido a que también contaba con 64 páginas, a diferencia de las habituales 32.
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En ese momento, la revista de Wolverine inició una nueva y gran etapa.
Al escritor Larry Hama (quien ya había trabajado con Marc Silvestri y Mark Texeira, entre otros), se le une un dibujante que se convirtió en estrella del medio gracias a su trabajo en este comic (si bien ya tenía una larga trayectoria), Adam Kubert, hijo del legendario Joe Kubert y digno heredero de la dinastía (junto con su hermano, Andy).
Desde este primer número con Adam como artista oficial de Wolverine, presume un arte espectacular y solo era una muestra de lo que vendría después. El dinamismo, las perspectivas, anatomía, estilo y terminados de Kubert, lo convierten en uno de los mejores ilustradores del medio en Estados Unidos.
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En los siguientes números, la dupla creativa pone a prueba la resistencia de las garras de Wolvie. Si no son de Adamantium, ¿qué tanto aguantan? ¿Pueden romperse si son de hueso?
Así también, vemos villanos como Cyber, Bloodscream, The Phalanx (en el siguiente evento anual de X-Men), The Hand, Deadpool (en ese entonces era un villano) y una formidable pelea contra Juggernaut, entre otros hechos.
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Hama y Kubert se lucen presentando el duelo definitivo entre Wolverine y Sabretooth, en el marco del evento, The Age of Apocalypse, cuando se cancelaron todos los comics de mutantes durante cuatro meses en los que se reiniciaron dentro de un universo alterno, reinado por Apocalypse, sin Charles Xavier y con Magneto como fundador de los X-Men.
Dejando a los lectores sin saber el final de la pelea entre Logan y Sabretooth, el equipo creativo se hizo cargo de los cuatro números de Weapon X (en el evento mencionado), donde Jean y Logan son pareja y Cyclops ha dejado manco a Wolverine.
De Age of Apocalypse, hablamos aquí:
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En cuanto a los aliados (y otros que caen en el campo de lo gris), pudimos ver a Kitty Pryde, Nightcrawler, Yukio, Gambit, Maverick, Ghost Rider, miembros de Alpha Flight, Zoe Culloden, Albert y Elsie-Dee, Jean y otros integrantes de los X-Men.
En 1996, Marvel preparó un evento muy especial para la edición número 100 de Wolverine y sorprendió al no ofrecer el final que los lectores esperaban. De ello hablaremos en su momento.
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Adam Kubert dejó el título de Wolverine con el #102 (teniendo algunas pausas intermedias), del 24 de abril de 1996, para migrar a otro importante título y, apropiadamente, el comic donde Wolverine hizo su debut, The Incredible Hulk, con el escritor Peter David. Esa etapa se encuentra en la siguiente liga:
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Después de la salida del artista, Hama trabajó con tres dibujantes más durante cortos periodos, Val Semeiks, Anthony Winn y Leinil Francis Yu (quien permaneció durante una larga temporada tras la salida del argumentista).
El último número de Larry Hama, fue Wolverine #118, último capítulo correspondiente a Operation: Zero Tolerance, del cual ya también hablamos:
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Wolverine #75, capítulo cinco de Fatal Attractions, en el que se revela la naturaleza de las garras de Wolverine y con el ingreso del nuevo dibujante regular, Adam Kubert, se publicó hace 30 años, el 14 de septiembre de 1993.
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Aquí te dejo la liga para la nota anterior de Atracciones fatales, el episodio correspondiente a X-Men #25:
