“Lo estoy”, Samantha aseguró. Ese simple par de palabras eran suficientes para saber que no había marcha atrás… her, de 2013.
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Una de las funciones de la tecnología es el acortar distancias y mejorar la comunicación entre los humanos. No obstante, esta especie se las ha arreglado para crear más barreras y aislamiento. her, se encuentra situada en un futuro no tan lejano y no tan distópico; es una realidad más real de lo que podríamos imaginar.
El director Spike Jonze, es una mente única en el cine. Por un lado, nos ha presentado obras como Being John Malkovitch y, her, que también escribe. Por el otro, ha estado a cargo de proyectos como Jackass, polos diametralmente opuestos. Sin embargo, esa cosmovisión le permite abordar los temas de her con mayor dominio de la ironía.
Theodore trabaja en una compañía que escribe cartas personales. Entre esposos, de padres a hijos, etcétera. Sin embargo, la vida personal de Theodore dista mucho de las cálidas emociones que expresa para otros y como si fuera la voz de otros. El proceso de su divorcio tampoco facilita las cosas.
El escritor es seducido por la publicidad de un sistema operativo que se implementa en los dispositivos, a manera de organizador o agenda y que está permanentemente conectada a la red. Algo similar a Siri o Alexa, pero un tanto más avanzada. El acceso a los datos de todo el planeta le permite tener un potencial ilimitado.
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Samantha es la auxiliar de Theodore y en cuestión de segundos, conoce todo lo que necesita saber de él. De esta manera, Samantha es la ayudante perfecta.
El sistema no solo es asistente, también es compañía, con gustos, pensamientos, sentimientos y necesidades propias. Samantha tiene personalidad, discernimiento y hasta sentido del humor.
En un corto periodo, Samantha y Theodore pasan a ser amigos. Y algo más. Theodore encuentra en ella lo que no había tenido en mucho tiempo.
Es tal su avance, que Samantha se llega a cuestionar la validez de sus propias emociones. ¿Son reales o tan solo parte de una programación? Aunado a ello, la curiosidad la impulsa a descubrir cosas nuevas; como ella misma lo dice, “deseo aprender todo acerca de todo”.
En un punto de ella, Samantha comenta a Theodore, “Estaba pensando que no tenemos fotografías de nosotros. Y pensé que esta canción podría ser como una foto que nos captura en este momento de nuestra vida juntos”. Él responde, “Me encanta nuestra fotografía. Te puedo ver en ella”. Ella termina, “Lo estoy”.
“Soy”, comenta Samantha en algunas ocasiones, lo que denota una consciencia plena del ser. Sentimientos, emociones, estados de ánimo, todo alimentado por una base de datos en constante expansión, como el universo mismo.
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“La gente vive atada a sus teléfonos” es una aseveración muy real que todos hemos hecho en algún momento. Lo curioso es que casi nunca nos incluimos en ese argumento. Y basta con cuestionarnos, ¿podríamos pasar un día entero sin tocar un celular o una computadora?
La nueva tecnología se incorpora a la vida cotidiana; el humano busca en ella, no tan conscientemente, la manera de llenar varios vacíos. Muchas veces no lo consigue, lo cual es de esperarse. La conexión informática y la desconexión humana podrían ser inversamente proporcionales.
Muchas de las imágenes que se nos muestran en ella, son de escenarios naturales en contraste con la ciudad que se encuentra bajo una espesa niebla de contaminación. Son esos contrastes los que definen parcialmente al ser humano. En un mundo lleno de naturaleza, nos hacemos artificiales.
La colorimetría, aspecto subliminal y efectivo de her, es muy variado y muy integrado. Nuestro personaje principal, Theodore, se distingue por el uso de rojos en la parte superior del cuerpo. Pero no toda la película los usa. El color es una señal de lo que Theodore es y lo que tiene –o contiene- en su interior. Por el contrario, los pantalones que usa, de tonos tierra, van más hacia lo café, lo sobrio. En ella, encontraremos también tonos verdes y amarillos, azules y el blanco.
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El elenco elegido para la producción es pequeño y sobresaliente. Además de Joaquín Phoenix, tenemos a Scarlett Johansson (en un papel muy distinto), Amy Adams (quien interpreta a… Amy), Rooney Mara (Catherine), Chris Pratt (Paul), Olivia Wilde (cita a ciegas), Matt Letscher (Charles), Brian Cox (Alan Watts) y el propio Spike Jonze como la voz de un pequeño alienígena virtual.
La banda sonora es un deleite minimalista, introspectivo y nostálgico. La música ayuda a llenar algunos huecos, mientras que cava unos distintos. La composición estuvo a cargo del grupo Arcade Fire, principalmente por Will Butler (quien salió de la agrupación en 2021), además del músico Owen Pallett.
“The Moon Song” (“La canción de la luna”), es una composición hecha por Karen O (Yeah Yeah Yeahs) y por Spike Jonze. En la versión del sencillo, O es acompañada por el cantante de Vampire Weekend, Ezra Koenig, mientras que en el filme, es parte de la historia e interpretada por Johansson y Phoenix.
her, de 2013, llega a la marca de los 10 años.
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Te ofrezco otras notas con algunos de los participantes; Joker, con Joaquín Phoenix:
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Y Lost in Translation, con Scarlett Johansson:
