Este es un caso único en la música latinoamericana por diversos factores. Con Apocalypshit, Molotov se burla del fin del mundo.
El segundo disco del cuarteto mexicano se dio a conocer el 14 de septiembre de 1999, época en la que se hablaba constantemente acerca del apocalipsis. Las teorías eran muchas. Al final, y como era de esperarse, todas erraron.
De la profecía al Apocalypshit.
Si bien resulta absurdo pensar en un designio cósmico basado en fechas asignadas por el hombre, la incomodidad se percibía en varios lugares del mundo donde se emplea el calendario gregoriano. Películas y canciones surgieron en torno al tema. Por su parte, Molotov, dedicó un álbum.
Molotov fue un grupo surgido con el propósito de ser incendiario. De ahí su nombre. Lo consiguieron desde su debut con la producción anterior y se convirtieron en un todo un suceso musical, no solo en su país de origen, México, sino en otros de habla hispana.
El hecho en sí es de reconocer, ya que Molotov emplea muchos localismos y modismos lingüísticos mexicanos. Referencian personajes, gastronomía, tradiciones y otro tipo de cuestiones locales. Aun así, rebasaron sus propias fronteras.
La música del cuarteto se apoya en el rock, el rap, el metal y otros estilos que adaptan según sus necesidades. Además, su destreza en el uso del humor, el sarcasmo y la ofensa directa, les ganó numerosos adeptos.
Los sencillos.
El sonido en esta producción se escucha más pulida y es que, además del productor argentino, Gustavo Santaolalla, participa Mario Caldato, Jr., en la misma tarea, así como en la grabación y la mezcla. A Caldato se le asocia con otro importante grupo, los Beastie Boys.
Revuelo también causó uno de sus videos, el que acompañaba al tercer y último sencillo, “Rastaman-Dita”, pues además de su letra que podría no pasar los estándares de hoy en día, el video contaba con dos versiones que eran básicamente la misma, pero una de ellas, censurada.
El video, grabado en un foro al sur de la Ciudad de México, cuenta con la participación de varias bailarinas de club nocturno con poca o nula ropa (varias de ellas, extranjeras), quienes comparten con los integrantes del grupo. La versión censurada se transmitía durante el día y, canales como MTV, anunciaban que la versión explícita podía ser vista después de la medianoche. Esto, por supuesto, no cayó bien en todos los sectores.
Otro de los sencillos (el primero de ellos) fue “Parásito”, cuyo video musical presenta a un actor mexicano, Alfonso Sayas, muy conocido por numerosas películas del tipo videohome (o sea, creadas con el fin de ser comercializadas directamente en formato casero) en una de las épocas en el que el cine mexicano no estaba en su mejor momento.
Molotov se burla del fin del mundo.
El segundo corte promocional fue “El mundo”, en el que hace crítica a las precarias condiciones del planeta a la vez que se envía el mensaje de que, ante tanta negligencia, nada importa y hay que disfrutar el tiempo que quede. En realidad, se trata de un mensaje de mediocridad y de humor a la vez.
El disco hace referencia a algunas famosas canciones (como “Pedro Navajas” o “El mundo se va a acabar”), experimenta con sonidos como el vocoder y el género electrónico o el trash, creando un producto con estilo particular y muy atractivo.
La portada de la producción es polémica, tal como su antecesora. En esta ocasión, la ilustración de una tabla ouija con el nombre del grupo y del disco.
Molotov tiene la cualidad de que sus cuatro miembros tienen igual participación y ninguno sobresale por encima de los demás. Tal vez por ello es que se han mantenido juntos por casi 3 décadas. Apocalypshit, su segundo material, cumple 25 años.
Antes de irme, te ofrezco unas notas con otras buenas bandas de rock en español. De México, uno de los Liquits, Karaoke:
De Argentina, Los Fabulosos Cadillacs, con El león:
Rey azúcar:
De chile, Los tres, con La espada & la pared:
Y otros de Los Tres, el homónimo, Unplugged, La Yein Fonda y Hágalo usted mismo:
Interpol, con Antics, del 2004.
“Desde la cuna”. Eric Clapton.
The Band, es un gran material discográfico.
El miedo, gran motor en The Fragile, de Nine Inch Nails.