Muchas veces, en el vasto catálogo musical de todo el planeta, varias buenas propuestas se pierden. Si a eso le sumamos que, muchas de ellas, no tienen como fin volverse lo más comercial, tenemos como resultado un mundo alterno de creaciones melódicas por descubrir. Dentro de estas, encontramos a muchos músicos de larga trayectoria y con varias producciones discográficas en su haber, como el grupo Gryphon y Treason, su álbum de 1977.
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El nombre de la banda Gryphon alude al animal mitológico que está integrado por la parte frontal de águila, plumas, pico, alas y garras, mientras que la parte posterior es la de un león, aunque su tamaño es varias veces mayor que el de un león común.
El año de 1972, se formó en Londres un cuarteto musical que tenía como objetivo hacer rock, pero no rock tradicional, sino con una mezcla de música folk, medieval y renacentista, su sonido no es muy rockero y tampoco podría pertenecer del todo al género del progresivo, en el que encontramos a grupos como Pink Floyd, Genesis o Yes. Muchos de los tracks de Gryphon son instrumentales y atmosféricos, pero a la vez, rítmicos y que estimulan a la imaginación de quien escucha, llevándolo siglos al pasado.
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El debut discográfico de Gryphon fue en 1973, con su disco homónimo.
Entre los discos de Gryphon más progresivos, se encuentra el que dieron a conocer en 1977 y que lleva por nombre, Treason (Traición). Este cuenta apenas con 7 canciones y tiene una duración de poco más de 37 minutos. La más larga de ellas, es la primera, “Spring Song” (“Canción de verano”), de 10 minutos.
Treason, además de la música medieval, tiene trazas sicodélicas y teatrales, con órganos similares a los de tipo sacro. Los instrumentos de viento son una de sus características principales y parte de lo que genera el sonido único de Gryphon. Este, definitivamente, los hace sonar más a rock progresivo.
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Cinco de las composiciones son de Richard Harvey (“Spring Song”, “Round and Round”, “Falero Lady”, “Snakes and Ladders” y “Fall of the Leaf”), mientras que Brian Gulland contribuye con “Flash in the Pantry” y Bob Foster, con “Major Disaster”. Tim Sebastion participa en casi todas ellas como letrista, a excepción de “Snakes and Ladders”.
Treason fue el quinto y último álbum de Gryphon, tras lo cual se separaron. Fue hasta 2007 que anunciaron su regreso con un nuevo material, mas este se dio a conocer hasta 2018, siendo bautizado como Reinvention, al cual le siguió un séptimo en 2020, Get Out Of My Father’s Car!.
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En Treason, participan 3 de los miembros originales: Richard Harvey (voz, mandolina, teclados, saxofón, corno francés), Brian Gulland (fagot, cornos, voz) y David Overlie (percusiones), además de Jonathan Davie (bajo), Bob Foster (voz guitarra), y Alex Baird (batería). El guitarrista original, Graeme Taylor, dejó la agrupación en 1975.
Treason es un disco fácil de escuchar y de disfrutar, con canciones que no abandonan del todo al pop y con mucho de rock suave, armonías atractivas y un sonido que no se encuentra fácilmente.
Treason, último disco de Gryphon en más de 4 décadas, cumple 45 años de haber sido lanzado al mercado y está disponible en plataformas digitales, como en Youtube, de donde te comparto los links.
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Y ya que andamos en estos menesteres que tienen que ver con el rock progresivo, te presento tres discos representativos de ese género.
The Wall, de Pink Floyd:
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Thick As a Brick, de Jethro Tull:
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The Lam Lies Down on Broadway, de Genesis:
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Y como bonus, Fragile de Yes:
U2, nos enseña “Cómo desmantelar una bomba atómica”.
Genesis demuestra que existen las películas sin imágenes.
En Calle Salud, Compay Segundo demuestra su “Amor gigante”.
Ringo Starr ha tenido una muy saludable carrera musical.