En la música, no hay nombre más humilde que el de Modest Mouse. En 2004, nos reportaban “Buenas noticias para la gente que ama las malas noticias”.

De “modestos” no tienen nada.
Los nombres ingeniosos son parte de lo que hace a esta banda de rock, única. Su sarcasmo se compenetra perfectamente con su variedad musical.
El “Modesto Ratón”, inició carrera en el año de 1993, en la ciudad de Issaqua, Washington, estado ubicado al noroeste de Estados Unidos, colindando al norte con Canadá.
El 8 de marzo de 2004, comenzó promoción de lo que sería su sencillo más exitoso, “Float On” y que tuvo mucha de su popularidad gracias a su creativo video, además de que se trata de una excelente composición.
Curiosamente, el álbum es el único en el que no participa uno de sus cofundadores, el baterista Jeremiah Green, dejando como a única piedra angular al vocalista, Isaac Brock. Es Brock quien no solo coescribe, canta y toca la guitarra, también nos ofrece algunos momentos de ukelele, banjo, piano y hasta silbato en el track, “The World at Large”.
La placa contiene 16 canciones, un par de ellas muy cortas como la inicial, llamada “Horn Intro” (que no es una canción, sino una melodía) y, como tal, son 9 segundos de metales para dar paso, en fila, a los tres sencillos, “The World At Large”, “Float On” y “Ocean Breaths Salty”, aunque no se promocionaron en ese orden (primero fue “Float”, luego “World” y, al final, “Ocean”).
Con Modest Mouse, todos flotamos.
El mundo volteo a ver al quinteto con “Float On”, que habla acerca de que, en ocasiones, la suerte nos acompaña y aunque hagamos alguna tontería, las cosas no escalan (por fortuna). Por otro lado, cuando todo sale horriblemente mal, siempre hay esperanza; al final, saldremos a flote.
El álbum se puede definir, para fines prácticos, como rock alternativo, pero es mucho más que eso y desde su introducción nos lo deja más que claro.
Si eres fanático de los metales y su aplicación en géneros como el jazz, el inicio puede dejarte con ganas de más y, probablemente es con ese propósito que Modest Mouse lo corta tan abruptamente, como cuando estás disfrutando de un sueño y suena el despertador.
Si te quedas con ganas de más, el resto de la introducción se puede escuchar en el track 9, “The Devil’s Workday”, donde la agrupación es acompañada por The Dirty Dozen Brass Band, cambiando el sentido de la producción hacia la música de New Orleans.
“Dig Your Grave”, son 14 segundos de ukelele con reminiscencias de la música de oriente.
Pongo estos ejemplos para hacer patente que Good News for People Who Love Bad News contiene momentos muy diversos, con rock acústico, eléctrico y post-punk, además de recordarnos por algunos instantes a Tom Waits, con instrumentaciones únicas y características inflexiones vocales. Esto es posible gracias a que Brock, además de ser un cantante, es un actor vocal que se ajusta a las distintas necesidades interpretativas.
El álbum es toda una gama de emociones que van desde la paz y el optimismo hasta la furia y el reclamo; todo a su tiempo y en el momento adecuado, es parecido a una montaña rusa, pero sin el frenesí, solo con la sensación del aire fresco que nos pega en la cara.
Good News for People Who Love Bad News, de modest Mouse, se dio a conocer el 6 de abril de 2004.