Superman y Batman: Legends of the World’s Finest.

Iñigo Pérez

15/01/2024

Como los dos “mejores del mundo” en los comics, sus caminos pueden ser paralelos. O diametralmente opuestos. Superman y Batman: Legends of the World’s Finest.

Con estos dos podemos encontrar todo tipo de historias y en cantidades industriales. Entre todas ellas, encontramos unas de excelente calidad, otras de mediana y otras… francamente malas. Sin embargo, en ocasiones se pierden algunas que deberían ser más reconocidas, como la que es hoy nuestro tema.

(Superman y Batman: Legends of the World’s Finest)

Entre las joyas perdidas y que desgraciadamente no se han reimpreso (más que una sola vez como recopilación), contamos la que comenzara publicación de manera mensual, el 4 de enero de 1994, Legends of the World’s Finest.

La presentación fue a manera de miniserie de tres partes, en formato de lujo, con portada de cartón y papel lustre, sin anuncios y con 48 páginas. Cada entrega tenía un elevado costo de 4.95 dólares, lo que la volvía un poco inaccesible para algunos lectores, ya que el común de los comics de DC, oscilaba entre 1.50 y 1.95 dólares, con 32 páginas de contenido (incluyendo anuncios).

Por esas fechas, las historias pintadas tomaban gran auge, pues artistas como Alex Ross habían demostrado que el comic era válido como medio de expresión artística. Y tan solo hace falta ver sus obras Marvels o Kingdom Come.

El editor Mike Carlin tenía en mente hacer una miniserie nueva con Batman y Superman, similar a la que había producido en 1990, con Dave Gibbons y Steve Rude, también de 3 partes. Por ello le solicitó al artista Dan Brereton una propuesta. Una vez aceptada, sumaron al escritor y dibujante, Walt Simonson, para contribuir con ideas y con el guion.

El estilo de pintar de Brereton tiende a lo obscuro y a lo sobrenatural, por lo que su plan era explorar los contrastes entre ambos héroes por medio de un mundo de pesadillas. Los antagonistas serían también dos villanos de sus respectivas galerías que se manejan en el aspecto sombrío. Por el lado de Batman, Man-Bat, el monstruoso murciélago gigante que alguna vez fue el doctor Kirk Langstrom, mientras que Silver Banshee, la bruja maldita, por parte del de Superman.

Tullus the Damned, el villano creado por Brereton, sería el común denominador y una de las amenazas a detener. El ente recién liberado después de un milenio obliga a Silver Banshee a trabajar para él. Tullus descubre a los nuevos guerreros del mundo, Batman y Superman, por lo que decide hacerlos sus aliados de cualquier manera posible. Su objetivo es destruir a otro antiquísimo demonio, Blaze.

Tanto Batman como Superman se encuentran fuera de su juego, debido a extraños sueños que han tenido que consumen sus almas poco a poco. Allegados como Lois Lane y Jim Gordon se han dado cuenta de los cambios y de la baja de su desempeño en el campo de batalla.

Superman sueña que sus padres, Lara y Jor-El, son asesinados frente a él siendo un niño. En otras, los fallecidos son Martha y Jonathan Kent. Batman, por su parte, se descubre en un radiante mundo extraterrestre en el que él es la única sombra.

Contrariados, desconcentrados y fuera de control, ambos héroes tienen que descubrir el origen de sus males, lo cual los llevará ante sus enemigos, nuevos y antiguos.

Brereton tuvo una buena idea al intercambiar los entornos históricos (y motivaciones) entre Batman y Superman, al tiempo de definirlos como personajes tridimensionales.

Legends of the World’s Finest, publicado hace 25 años, es un buen relato en el que también podemos repasar un poco acerca de la sicología de los protagonistas y comprender mejor sus esencias. Siendo tan afines y tan distintos, Batman y Superman son una de las mejores combinaciones en el mundo del comic. Y aquí vemos porqué.