Dicen, en “Under Control”, que no quieren desperdiciar nuestro tiempo y en verdad que no lo hacen. The Strokes, con Room on Fire, de 2003, nos regalan grandes canciones.
Cuando Room on Fire salió a la venta, el 28 de octubre del 2003, corrió la versión de que su sonido era muy similar al de su disco anterior –debut-, Is This It (2001) y que parecía una continuación. La declaración no era un mala crítica, pues también se decía que la producción no se escuchaba repetitiva o sin creatividad.
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Room on Fire, debe tener cierta continuidad auditiva y conceptual; después de todo, hablamos de la misma banda. No obstante, lo que escuchamos en su interior también demuestra una evolución natural, una progresión en lo técnico, lo musical y lo lírico.
A la vez, se aprecia un poco más de confianza en el quinteto y se desempeñan con más soltura. El juicio inicial había pasado, habían demostrado lo que querían y, pese a que con su segunda placa compiten contra sí mismos, se escuchan cómodos.
El sonido de The Strokes es de un rock suave y experimental, no tiene miedo de demostrar sus influencias musicales; al contrario, lo hacen gustosos.
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Por ejemplo, “12:51”, el primer single, demuestra la influencia de Sonic Youth y de Joy Division. The Strokes suenan a ochentas, adaptados a su tiempo y a su estilo. Nick Valensi trabajó muy duro porque el arreglo de su guitarra se escuchara como un sintetizador y da excelentes resultados. Como paréntesis, una anécdota cuenta que cuando se lo comentó a un amigo, este llanamente le preguntó, “¿Y por qué no usaron un sintetizador?”.
“Reptilia” y “The End Has No End”, fueron –respectivamente- el segundo y el tercer sencillo de promoción para el álbum. Ambos son de los más conocidos del quinteto de New York.
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Las temáticas vas desde el habitual amor -en su inicio, su desarrollo y su final- hasta la crítica social. “The End Has No End” –donde hacen referencia a The Velvet Underground-, abre duramente diciendo que no es culpa del gobierno que la gente no piense, sino de la gente misma, ya que “continuamos observando (televisión y otros medios) y creyendo tonterías”.
Bandas como The Strokes son muy necesarias hoy en día por muchas razones.
A veces, los Strokes tardan hasta siete años entre disco y disco, mas su presencia sigue siendo importante. Room on Fire cumple 20 años de su estreno.
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Antes de irme, te dejo un par de notas; la producción más reciente de los Strokes, The New Abnormal:
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Y el álbum debut, Is This It (además de otros buenos discos que cumplieron 20 años en 2021):