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Qué es el edadismo y por qué afecta al sector laboral

El término edadismo está enfocado a la forma de pensar con respecto a los demás por razones de edad, esto afecta cada vez más a los adultos mayores.

Nacemos, crecemos, estudiamos, trabajamos, nos convertimos en adultos mayores y al final morimos, ese es el ciclo que se espera seguir en cada uno de nosotros pero ¿qué sucedería si por tu edad no puedes conseguir un trabajo? ¿si te limitan por la edad que tienes? ¿que las personas piensen algo con respecto a la edad? Es una constante donde las personas mayores cada vez sus espacios son reducidos para desarrollarse plenamente.

Para las personas mayores de cierta edad, las oportunidades laborales, sociales y económicas se encuentran más limitadas simplemente por un rubro de edad, en donde se ha determinado que a partir de cierta edad las personas no puedan accesar de la misma manera por esa cuestión, algo que inclusive se ve en mayor medida en el ámbito laboral.

Qué es el edadismo

El edadismo es la forma de pensar, sentir y actuar con respecto a los demás o con nosotros mismos por razones de edad. Esto está determinado por los estereotipos y prejuicios que llevan a acciones discriminatorias para con las personas que cumplen cierta edad.

El edadismo cambia la forma en la que podermos percibirnos a nosotros mismos y menospreciar, limitar o subertimar la capacidad de beneficio de lo que pueden aportar personas jóvenes o personas mayores.

El edadismo si bien va enfocado o más pensado a las personas mayores, también los jóvenes pueden ser víctimas de edadismo, pues también se limita el acceso a ciertas cosas o existe mayor prejuicio por ser jóvenes.

Las Naciones Unidas presentó un informe en 2021 donde menciona que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que provoca un empobrecimiento en la salud física y mental de las personas mayores y una reducción en su calidad de vida.

La pandemia de COVID-19 no ayudó al edadismo, pues se vislumbró lo extendido que está en el discurso público y en las redes sociales, donde se ha estereotipado a jóvenes y a adultos mayores.

Edadismo en México

El informe de las Naciones Unidas concluía que en el 85% de los 149 estudios revisados, la edad determinaba quién recibía determinados tratamientos o procedimientos médicos.

En México el edadismo está inclusive más arraigado, pues en especial en el área laboral, el edadismo prevalece con mucha fuerza.

En México, el 14% de la población total del país es adulto mayor, según datos proporcionados por el INEGI. La mayoría de las personas ocupadas de 60 años y más laboran por cuenta propia, lo que representa el 49%; por otro lado, el 70% de las personas adultas mayores ocupadas trabajan de manera informal, lo que significa que a mayor edad, menos estabilidad laboral.

Este problema ha implicado que las personas mayores tengan que buscar trabajo sin seguridad laboral, lo que promueve mayor pobreza y mayor riesgo para las personas mayores.

De igual manera sucede con los jóvenes, pues los prejuicios por ser “joven e inexperto” cierran puertas a oportunidades que promueven la marginalización de los individuos.

Cada vez más discriminación en el ámbito laboral

El edadismo más evidente y con mayor ahínco, se encuentra en el ámbito laboral, pues las personas mayores y los jóvenes son los que sufren mayor discriminación al intentar acceder a puestos laborales estables.

Para gran parte de las empresas, el contratar personas mayores de 35 o 40 años es muchas veces un no rotundo, lo que reduce la apertura para que las personas puedan tener la oportunidad de mejorar su calidad de vida.

Cada vez son más los casos donde las personas no son contratadas por no cumplir el rubro de la edad, una falacia que se ha extendido en el mundo laboral como una certeza que ha limitado a las personas a pedir puestos laborales más complejos.

Por otro lado, se valora mucho el tema de la experiencia, pero en muchas ocasiones es más un pretexto discriminatorio que limita a las personas con base a su experiencia, esto se ve no sólo en las personas mayores, sino en los jóvenes, quienes son rechazados de las ofertas laborales por ser “inexpertos” pero esto produce un círculo vicioso: no te contratan por la edad y no ganas experiencia por la edad pero no puedes salir de ahí porque necesitas la experiencia para acceder al trabajo.

Esto es inclusive mayor para las mujeres, pues la brecha de género aunada a la edad ha producido que las mujeres tengan mayor incidencia en ser marginalizadas o tener menos oportunidades económicas y laborales por ser mujer y ser mayor, esto empuja a las mujeres a tener actividades no remuneradas o tener que atañerse a labores de cuidado que no son pagadas.

Según la Asociación Mexicana por la no Discriminación Laboral por la Edad o Género, hasta el 90% de las vacantes en el país excluyen a las personas mayores de 35 años.

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Mar

Escritora, redactora. Egresada de la carrera de Lengua y Literatura Hispánicas, fui parte de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM. La escritura es el camino y la meta, y siempre estoy pensando con palabras.

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