Especialistas de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la UNAM, desarrollan una aplicación móvil que permita a los pequeños productores mejorar la producción agrícola.
Se trata de una tecnología universitaria de bajo costo que consiste en una App, un algoritmo y una base de datos que facilitará a los productores contar con más información para la toma de decisiones en la mejora de la producción.
Mediante fotos de celular, los pequeños productores podrán determinarían el estado de salud de cultivos.
Especialistas de la FES Cuautitlán, encabezados por el investigador José Luis Sánchez Millán, desarrollan tecnología de bajo costo para digitalizar, in situ, imágenes de cultivos agrícolas, a fin de determinar el estatus fisiológico de la plantación; el modelo inicial es un plantío experimental de chía en esa entidad académica.
“Los resultados brindarán a los productores información para la toma de mejores decisiones, por ejemplo, corregir la nutrición mineral, determinar la condición hídrica o la sanidad vegetal de los cultivos”, explicaron Sánchez Millán, académico de la unidad multidisciplinaria; y la tesista, Frida Reséndiz Romero, estudiante de la licenciatura de Ingeniería Agrícola.
El investigador detalló que con el apoyo de una cámara estándar de smartphone o teléfono inteligente se efectúo la captura de una serie de imágenes, en diferentes fechas, durante la etapa vegetativa y de inicio de la floración, a fin de generar un banco de fotos para su procesamiento digital con el apoyo un programa de libre acceso.
Posteriormente, con la ayuda de la App que contiene un algoritmo, ambos en diseño, se obtiene información relativa a la condición fisiológica del cultivo y una recomendación para llevar a cabo acciones que mejoren la productividad, incluso estimar el rendimiento.
Sánchez Millán mencionó que las plantas, en general, tienen considerable interrelación con la energía electromagnética o espectro electromagnético.
“Lo que nos interesa en específico es la interrelación que tienen con el espectro del visible, es decir, la región que el ojo humano es capaz de percibir: longitudes de onda que van del azul, hasta el rojo”, añadió
También se conoce que, según su estado fisiológico, modifican la interacción con esas longitudes de onda. Por ejemplo, una que crece en condiciones adecuadas absorberá una cantidad importante de luz azul y reflejará el color verde (entre otras longitudes de onda), de ahí que la consideremos sana, destacó.
En cambio, aquellas con cierto estrés por sequía, deficiencias nutricionales o ataque de patógenos, etcétera, lo manifestará a través de una alteración en las cantidades de las diferentes longitudes de onda que reflejan; es decir, se modifica el espectro de luz que reflejan, lo cual, al ser cuantificable, es posible manipular matemáticamente esta respuesta de las imágenes emitidas por las plantas.
La propuesta es que mediante el uso de las imágenes de cultivos capturadas con las cámaras -instaladas en los teléfonos inteligentes comunes, incluso de los denominados “de baja gama”, se pueda determinar la condición fisiológica y estimar el rendimiento de cultivos agrícolas. Si bien esta tecnología se ha utilizado desde hace dos décadas por lo menos, incluye el uso de cámaras infrarrojas, las cuales son de precios prohibitivos para la mayoría de los agricultores, detalló Sánchez Millán.
Con información de la UNAM