La Real Academia Sueca de las Ciencias decidió otorgar el premio Nobel de física de forma conjunta a tres científicos por sus extraordinarias aportaciones en el entendimiento de sistemas físicos complejos.
Se trata Syukuro Manabe, de la universidad de Princeton, EEUU; Klaus Hasselmann del Instituto Max Plank de Meteorología en Alemania; y Giorgio Parisi, de la universidad de Sapienza, en Roma, Italia.
Los tres académicos comparten el Nobel de física este año por sus estudios de fenómenos caóticos y aparentemente aleatorios.
Manabe y Hasselmann sentaron las bases del conocimiento sobre la climatología del planeta tierra y cómo la humanidad influye en él, mientras que Parisi realizó contribuciones revolucionarias a la teoría de materiales desordenados y procesos aleatorios.
Los sistemas complejos se caracterizan por su desorden y aleatoriedad y son difíciles de entender. El premio nobel de este año reconoce los nuevos métodos para describir y predecir estos sistemas así como su comportamiento a largo plazo.
Un sistema complejo de vital importancia para la humanidad es el clima de la tierra.
Syukuro Manable demostró cómo los altos niveles de dióxido de carbono en la atmósfera condujeron a un incremento en las temperaturas de la superficie terrestre.
Desde la década de 1960 encabezó el desarrollo de un modelo del clima de la tierra y sentó las bases de los modelos climáticos actuales.
Klaus Hasselman creó en la década de 1970 un modelo que vincula el estado del tiempo (a corto plazo) y el clima (a largo plazo. También desarrolló métodos para identificar señales específicas, huellas, de que tanto los fenómenos naturales como las actividades impactan en el clima.
Sus métodos han sido usados para probar que el incremento de la temperatura en la atmósfera se debe a las emisiones humanas de dióxido de carbono.
En la década de 1980, Giorgio Parisi descubrió patrons ocultos en materiales complejos desordenados. Sus hallazgos están entre las más importantes contribuciones a la teoría de los sistemas complejos.
Hacen posible comprender y describir fenómenos y materiales aparentemente aleatorios, no solo en la física sino también en distintas áreas como matemáticas, biología, neurociencia e inteligencia artificial.
