En el pulsante corazón de México, cuna de innovación y creatividad sin límites, las mujeres ingenieras están forjando un futuro de equidad. Con su tenacidad y firme determinación, están redefiniendo el mundo de la ingeniería, rompiendo barreras y facilitando el camino para que las futuras generaciones se atrevan a soñar en grande.
Un legado de pioneras
Dolores Rubio Ávila y Concepción Mendizábal Mendoza, dos mujeres valientes que desafiaron las normas de género en el siglo XX, dejaron un legado significativo. Dolores fue la primera mujer en ingresar a la Escuela de Ingeniería y se convirtió en la primera académica en Ciencias de la Tierra en la UNAM.
Por su parte, Concepción se graduó como la primera ingeniera civil en México en 1927, demostrando su capacidad en el diseño estructural y la construcción. Hoy en día, ingenieras como Gabriela León, creadora de nanobiomoléculas que detienen virus y bacterias, y Dorothy Ruiz Martínez, especialista en operaciones espaciales de la NASA, lideran proyectos que impulsan el desarrollo científico y tecnológico del país.
Realidades que aún persisten
Aunque se han logrado avances significativos, la ingeniería mexicana aún refleja desafíos en cuanto a la inclusión femenina: la representación de las mujeres es baja, con solo un 13.8% inscritas en carreras de ingeniería según el INEGI en 2023.
Además, la discriminación es una realidad palpable, con tres de cada diez ingenieras reportando haber enfrentado prejuicios en sus lugares de trabajo, de acuerdo con CONCYTEC en 2022. En términos económicos, persiste una brecha salarial del 17%, donde las ingenieras ganan menos en comparación con sus contrapartes masculinas, según datos de la STPS en 2023.
Estas cifras no solo resaltan los obstáculos actuales sino que también subrayan la importancia de continuar promoviendo la equidad de género en el campo de la ingeniería.
Ejemplos de lucha y resiliencia
Maribel Miceli, una ingeniera originaria de Chiapas, ha desempeñado un papel crucial en la promoción de la igualdad de género en la industria, particularmente en el sector de la construcción. Su activismo ha sido fundamental para derribar barreras y romper el techo de cristal que históricamente ha limitado el avance de las mujeres en este campo.
Verónica es una ingeniera civil con estudios de posgrado en Gerencia de Proyectos de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Durante su liderazgo en el Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Asfalto AC, dejó una marca significativa en la ingeniería, demostrando su capacidad y dedicación en este campo.
Lorena Rojas Nucamendi se destaca como una ingeniera valiente en México. A pesar de los desafíos, ha sobresalido en un ámbito poco común para las mujeres: el mantenimiento y reparación de antenas de telecomunicaciones, desafiando alturas de hasta 55 metros. Su historia es un testimonio de tenacidad y pasión, mostrando que las mujeres pueden destacar en áreas tradicionalmente dominadas por hombres.
La ingeniería mexicana del mañana
En un México que aspira a un futuro próspero y equitativo, el papel de las mujeres ingenieras es fundamental. Romper con los estereotipos y abrir las puertas a la igualdad de oportunidades no solo es un acto de justicia, sino también una decisión estratégica para impulsar el progreso y la innovación en nuestra sociedad.
Es momento de unir fuerzas, apoyar el talento femenino y construir juntos un futuro donde el género no sea una barrera para el éxito. En este camino hacia la igualdad, todos ganamos: ganan las mujeres, gana la ingeniería y gana México.
Es hora de actuar y construir un mañana donde el talento y la pasión sean los únicos criterios que importen. Juntos, podemos hacer historia y transformar el panorama de la ingeniería mexicana hacia un futuro más inclusivo y brillante para todos.