Los robots programados con Inteligencia Artificial (IA) ya están transformando la manera en que se realizan trabajos peligrosos.
Desde exploraciones en zonas de desastre hasta tareas de mantenimiento en entornos hostiles, la tecnología avanza para reducir los riesgos para los humanos.
El doctor Juan Humberto Sossa Azuela, director del Centro de Investigación en Computación (CIC) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), señala que la IA ya es parte de la vida cotidiana en dispositivos móviles, electrodomésticos y aplicaciones.
En el futuro, su aplicación en la robótica facilitará aún más las actividades diarias y ayudará a prevenir accidentes en trabajos de alto riesgo.
Según el investigador, en los próximos años veremos más robots diseñados para realizar tareas repetitivas, pesadas o peligrosas.
Esto incluye desde la limpieza de desechos tóxicos hasta la exploración de estructuras inestables después de un terremoto. Su objetivo no es reemplazar a los trabajadores, sino proteger su seguridad.
Azuela también destaca que la IA aún no está en un punto donde las máquinas puedan autoprogramarse o desarrollar conciencia.
Aunque hay avances en la automatización, la creatividad y el juicio humano seguirán siendo fundamentales en muchas áreas.
En el IPN, el Laboratorio de Robótica y Mecatrónica trabaja en programas de ingeniería y posgrados en IA y Ciencia de Datos para formar especialistas capaces de desarrollar soluciones tecnológicas útiles.
Los nuevos programas de posgrado priorizan la creación de modelos de utilidad, patentes o prototipos funcionales, en lugar de solo publicaciones académicas.
El desarrollo de robots con IA no solo busca resolver problemas técnicos, sino también mejorar la calidad de vida y responder a necesidades sociales.
Con más programas educativos y proyectos de investigación en esta área, México podría posicionarse como un referente en innovación tecnológica en los próximos años.