Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma”.
Arthur Miller, dramaturgo estadounidense.
Los medios de comunicación somos un espejo de la sociedad. En la construcción de esta imagen es necesaria de la mayor cantidad de ciudadanos a través de todos los medios de comunicación disponibles.
Toda la prensa es importante. Cada medio, en su nicho respectivo, refleja aspectos específicos de una sociedad compleja.
Los medios reflejamos momentos gratos gracias a las páginas de sociales. Este nicho es cosa seria. En su revisión se puede entender la genealogía del poder político y económico. Los lazos familiares entre grupos de poder se imprimen a colores en las páginas que relatan cumpleaños, bodas y todo tipo de reuniones sociales.
Los medios también muestran los momentos más difíciles en la vida de las personas, momentos críticos donde hay pérdida del patrimonio, de la integridad física o la vida. La nota roja refleja cosas que no nos gustaría ver, pero que es necesario reportar para reconocer nuestras horas bajas y poder mejorar como sociedad.
Cada nota sobre accidentes viales debe ser recordatorio a la población de que es necesario levantar el pie del acelerador y al gobierno de que es necesario hacer cambios la infraestructura urbana para que sea más segura.
Hay realidades en nuestra sociedad que tal vez no nos gusten, que choquen con la imagen que hemos construido de nuestra ciudad o país.
Sin embargo, estos aspectos no desaparecen solo porque decidamos no contarla desde los medios o no escucharla desde las instituciones públicas.
Las resistencias para que estos aspectos oscuros de la sociedad salgan a la luz son un riesgo permanente para el ejercicio periodístico. Está documentado que los pincipales perpetradores del silecion forzado son los ciudadanos involucrados en hechos de las “regiones traseras” de la sociedad o las propias instituciones del Estado mexicano.
Ante el riesgo permanente, es imperativo cuidarnos entre periodistas. Asimismo, es necesario que desde las instituciones públicas haya un ambiente de legalidad, respeto y seguridad para nuestro gremio.
Esto no significa que no se pueda criticar la calidad del ejercicio periodístico. Es necesario que se señalen puntualmente los errores en el ejercicio periodístico. Sin embargo, hay que cuidar siempre que entre ciudadanos, periodistas y funcionarios públicos se mantenga el respeto a la libertad de expresión entre quienes piensan diferente y entre quienes representan intereses contrapuestos.
Cuidar al periodismo es necesario no solo por el valor intrínseco de la vida, sino también porque cuidar al periodismo es cuidar la democracia.
Los ciudadanos necesitan la circulación de las ideas para tomar las decisiones en un régimen democrático. Tomar decisiones sin información, es tomar malas decisiones y eso nos condena como sociedad.