Pasé por Update México para leer las noticias y aproveché para revisar el historial de artículos que había escrito, me di cuenta que relaté cómo inició esta pasión viajera pero me faltó dar el seguimiento; en las últimas entradas prometí que volvería a la carga, que este año me volvería a “implantar el chip” para viajar de nuevo; dicen que “siempre regresamos a los lugares donde fuimos felices”, así que en honor a lo que me había jurado, me trepé a un avión y volé a San Antonio, Texas.
Debo confesar que me hacía más ilusión la idea que el destino; ¿a qué me refiero? San Antonio, a diferencia de Panamá, fue el primer lugar que conocí por mis propios medios, sin grupos, sin agencias, solamente un compañero, investigación, mucho ánimo y nuestras maletas; tenía 23 años, nunca había ido a EE.UU. y San Antonio, no es particularmente un destino turístico, es un lugar pequeño comparado con las magnas ciudades como Los Ángeles, Nueva York, San Francisco y demás sitios afamados; pero funcionaba muy bien para ser mi primera incursión, porque cometí una gran cantidad de errores y no fue mayor tema.
¿Cómo cuáles? Bueno, para comenzar pagué casi todo con mi tarjeta de crédito, lo pasé a 24 meses sin intereses, así que pasaban las semanas (y un par de años más) y seguía pagando mi viaje, mi recomendación sería: paguen de contado y si no es posible, procuren no diferir a un plazo mayor de 12 meses sin intereses. Me acabé todos mis ahorros, así que regresé a mi casa, no tenía comida y sólo me alcanzaba para las facturas del mes… Hoy me da risa (en ese momento, no tanto), pero esas experiencias me ayudaron a construir una versión más sabia de mi persona.
Casi 10 años después regreso al primer lugar al que fui, preparé todo como de costumbre y agregué “juguito de nuevas experiencias”, por ejemplo: Hacerse la prueba de antígenos COVID para salir del aeropuerto (aceptan las de Farmacias el Ahorro)[1], hospedarme en un Airbnb (en ese entonces no existía la plataforma), ver que las ciudades SI evolucionan, que la inflación no es broma y a veces no nos damos cuenta; en fin, una gran cantidad de cosas.
Más allá de las compras, quería explorar un poco más la ciudad, darle un giro a la experiencia. Y te puedo decir que aun después de varios años, la recomiendo para unos días agradables, no es un lugar bullicioso como mencionaba antes, así que puedes descansar, las avenidas son amplias; a diferencia de mi primera visita, tiene mucho más que ofrecer:
- Riverwalk: El río posee barquitos para hacer el paseo en bote. Las calles con coloridas sombrillas, que son distinguida característica del paseo a pie, permiten ahora la ingesta de alcohol, lo cual ha generado que este punto este lleno de vivacidad y alegría ordenada. OJO: Sólo se permiten las bebidas espirituosas en estas calles, al salir del río el consumo no está permitido.
- El Álamo: Es una fortaleza a pocos metros del río, una edificación histórica donde se dieron varios hechos, entre ellos la Batalla del Álamo donde tropas mexicanas y rebeldes texanos se enfrentaron.
- Pearl Brewery: es un distrito culinario, su fundación fue en 1883; sin embargo, cobra auge como sitio de interés a partir del 2009 cuando se instala el primer restaurante y un mercado de productores locales, a partir de ahí, su crecimiento se consolida con la suma de inversiones entre las que destaca: un hotel, un pasillo culinario, un jardín central, eventos artísticos, restaurantes, zona residencial y arquitectura impresionante.
Existen más atracciones como: Six Flags, el zoológico, un jardín botánico, las cavernas y las plazas comerciales, me gustó enfocarme en las anteriores porque es de lo más reciente que encontrarás y además, lo único que deberás pagar es el consumo de alimentos y bebidas.
Volver a Texas, me puso en modo reflexivo, pocas veces nos detenemos a ver cómo pasa el tiempo, cuánto evolucionamos en cinco, diez años o más. HOY es el día donde disfrutas de tu versión más joven en comparación de mañana… así que permítete una vida balanceada, goza tu salud, complácete, goza de tus buenos hábitos y de los que no son “tan buenos” también, que un día lejano voltees para recordar y ver todo lo que hiciste durante todo este tiempo y así, sonrías con plenitud y alegría.
[1] Puedes consultar en la aerolínea cuáles son los requisitos.