Durante los últimos años los feminismos han sido duramente criticados, a pesar de que la suya es una causa que se puede ver en casi todos los ámbitos de la vida cotidiana, aún es difícil para una sociedad conservadora entender el trasfondo de este movimiento, sobre todo los feminismos más radicales.
Es importante para la sociedad y para las mismas mujeres saber que existe una variedad de feminismos y cada una es responsable y libre de ejercer su lucha de la manera que mejor le convenza.
Precisamente el feminismo existe para que ninguna mujer sea obligada a nada que no desee.
Cuando se habla de violencia, la sociedad se transporta inmediatamente a la violencia y crueldad físicas, pero esa visión es bastante corta. Si bien es cierto que el feminicidio es el extremo de la violencia hacia las mujeres, no es la única, hay violencias casi imperceptibles porque se han normalizado. Las violencias hacia las mujeres se han diversificado y hemos sido muy tolerantes a esta diversificación y a esta violencia. Tolerancia que no se ha visto cuando las mujeres también han diversificado su forma de exigir justicia.
Pretender que una insurrección social tenga las formas es inaudito ¡¡Exigir que guarden compostura es una aberración, si justo lo que se está pidiendo es visibilizar toda ese ostracismo en el que se les ha exigido vivir!! Se está pidiendo quitar la carga de tener que ser mujeres buenas, fieles, sumisas y abnegadas que el sistema y la iglesia han puesto sobre sus hombros¡¡ Se trata de gritar a todo el mundo la rabia que sienten al vivir día con día las diferencias entre los géneros ¡¡Están cansadas de tener que levantarse cada día para cuidar de otros!! Están hasta la madre de comportarse correctamente. ¡¡Están hartas de que el amor se demuestre con sacrificios!! Están asqueadas de que se les entretenga con el amor y tener que ver a cada mujer como competencia ¡¡Hartas de tener que competir por un hombre, y también están hartas de que maten a diez de ellas cada día!!
Es indignante la cooperación de los medios y redes sociales que desde el anonimato buscan degradar al movimiento, y peor aún, muchas mujeres. Frases como: Esas locas no me representan, esas no son las formas, estudia para que no creas que vandalizar es la solución, qué bueno que tienen distintas opiniones. Lo triste es que no sepan o no reconozcan que lo pueden hacer gracias a la lucha de antaño de esas locas feministas.
Lástima que critiquen esta insurrección de manera tan cruda, lástima que ante estos hechos de pintas, pañuelos y pechos al aire la indignación despierte, pero qué tristeza es que no despierte ante las niñas y jovencitas indígenas que son violadas o cambiadas por dos gallinas, lástima que no despierte ante los niños que son procreados para prostituirlos desde que nacen, lástima que no despierta cuando una mujer es violada, lástima que esa indignación esté dormida cuando una madre es acuchillada o estrangulada frente a sus hijos.
Lástima que no se conozcan los trabajos de investigación, de análisis, de reflexión. Lástima que no sepan cuántas mujeres han dejado la vista y la salud tras años de estudio y de letras escritas que nadie lee, qué lástima que tengan que salir a las calles a ofender a una sociedad que siente miedo cuando las ve como unas locas ensuciando su ciudad.
Lástima que guarden su indignación para criticar a estas mujeres cuando protestan de la forma en que todos las vean, lástima que tengan que recurrir a acciones llamativas y escandalosas que despierten la curiosidad y el morbo, al fin y al cabo es lo único que sacude a este pueblo: pan y circo.