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Luna de miel para tiempos modernos

Quisiera hacer de estos párrafos algo más personal, platicaré cómo fue que mi esposo y yo logramos cumplir un sueño y viajar por Europa casi un mes por nuestra luna de miel. Este es un homenaje para nuestra familia y amigos que hicieron posible vivir cada momento (comenzando por la boda) y que nos regalaron una experiencia que recordaremos con gran amor para siempre.

Nos comprometimos en 2015 en San Francisco (más adelante contaré la historia del recorrido  por la costa de California) y a partir de ahí, fue la selección y organización para nuestro día, tanto Adán como yo estamos comprometidos con la dirección que deseamos tomar y para ello tratamos de apegarnos lo más posible a nuestros planes y presupuestos; sin embargo, queríamos festejar con lo mejor para nuestros invitados, era básicamente una disyuntiva donde debíamos sacrificar un gran viaje o decidir por una gran fiesta. Quienes me conocen saben que haríamos lo posible por lograr los dos. 

Desde 2014 me independicé de mi casa, viví primeramente con roomies y poco a poco fui haciéndome de mis cosas, hasta que en 2016 me mudé con Adán y teníamos amueblada una gran parte de la casa. Te platico esto porque en el momento que nos casamos teníamos prácticamente una vida como pareja ya consolidada y no deseábamos tener un segundo juego de vasos adornando el cajón o las gavetas, así que ahí estaba la solución… las personas que más queremos en el mundo nos acompañarían a celebrar nuestra unión y teníamos la confianza para decirles que si deseaban hacernos un obsequio en este nuevo camino que emprendíamos, recibiríamos con gran satisfacción la aportación para “comprar una vivencia” y no cosas, así que de la mano de una empresa que se llama “Uniko” creamos una página web con temática de la película de UP donde podías seleccionar entre una gama amplia de opciones que iniciaban desde los $200 pesitos (y es que en verdad, todo sumaba), podías regalarnos un picnic debajo de la Torre Eiffel, una escapada romántica a la mágica ciudad de Toledo en España, las entradas al Museo del Louvre, traslados en tren, degustación de chocolates en Bélgica y mucho más. 

Entrar al sitio y ver la fotos de las escenas de Ellie y el Sr. Fredricksen mientras hacías tu pago en línea daba la sensación de adquirir algo tangible, mientras que aquellos que son alérgicos a la tecnología (o mejor dicho, un poco mayores) se valían simplemente de la técnica del sobrecito con dinero a escondidas, todo era válido, todo era una gran ayuda para llenar la jarrita de ese sueño que no se llamaba “Cataratas del Paraíso” sino “Tour por Europa”. Cuando llegó el día de partir teníamos prácticamente pagado el viaje, una serie de regalos maravillosos hechos con gran cariño por nuestros seres más queridos para pasear por la Ciudad del La Luz y 9 sitios más durante 22 días.

Mientras duró el viaje me aseguré de mandarles una foto a cada uno de ellos agradeciendo ese momento en particular, de señalar que con su ayuda estábamos viviendo algo inmejorable  y con certeza puedo decirte qué me regaló cada pareja o invitado aun después de pasados 4 años de esa fecha.

En otro artículo hablaré de las cifras y cuánto ocupas para hacer un viaje similar por Europa. Por ahora quise dejarte una opción más si no sabes donde poner tu “mesa de regalos” para tu evento o si tener un segundo horno de microondas no es tu elección, expresarte que siempre existen soluciones para lograr los cometidos y que “hacer una vaquita” se convierte en una tendencia más allá de una moda porque la flexibilidad es un factor importante para las generaciones actuales. Así que ya sabes, que la creatividad sea tu amiga para lograr lo esencial en tu vida.

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