El tren México-Querétaro ha sido un proyecto recurrente en anuncios y cancelaciones desde hace 45 años.
En 1978, en el sexenio de José López Portillo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes planteó el proyecto de un tren eléctrico de pasajeros, a doble vía, entre la capital del país y Querétaro.
En su primer informe de Gobierno, en septiembre de 1983, Miguel de la Madrid Hurtado reportaba un avance “en la construcción de la doble vía México – Querétaro”.
Sin embargo, la ejecución del proyecto se prolongó durante casi dos sexenios. A finales del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el 14 de febrero de 1994 se puso en marcha el servicio del tren eléctrico.
Sin embargo, las corridas solo dieron servicio durante dos años. En 1996, durante el gobierno de Ernesto Zedillo se canceló el servicio.
Con el paso de los años, los postes fueron retirados y en algunos casos rematados para construir puentes peatonales.
En el sexenio de Zedillo se concesionaron las vías férreas y las empresas dieron prioridad al servicio de carga.
Tras ocho años, el gobierno de Vicente Fox Quesada retomó la idea de poner en marcha un tren de pasajeros entre Querétaro y la capital del país.
El encargado del proyecto fue el exgobernador Ignacio Loyola Vera. Y todo quedó en eso: un proyecto.
El proyecto descarrilado de Peña Nieto
A la par de Pacto por México, Enrique Peña Nieto presentó un plan ambicioso de infraestructura que incluyó el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, el Tren México-Toluca y el Tren México-Querétaro.
A casi dos años de su mandato, en noviembre del 2014, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes anunció que China Railway Construction Corporation ganó la licitación para ejecutar el Tren México Querétaro.
Tres días después, el propio gobierno de Peña Nieto decidió reponer la licitación para disipar los cuestionamientos que había en la opinión público. Eran los días aciagos en los que había estallado el caso Ayotzinapa y el escándalo por la denominada “Casa Blanca”.
Luego, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, determinó no llevar a cabo el proyecto por las presiones financieras del gobierno federal ante la caída de los precios internacionales del petróleo.
La empresa China demandó una compensación de 600 millones de dólares por la suspensión del proyecto.
AMLO, anuncios sin obras
El tren fue retomado por el presidente de Andrés Manuel López Obrador. Durante la pandemia, y tras dialogar con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, se propuso como una obra para reactivar la economía, golpeada por el Covid-19.
Pasaron los meses y las obras no comenzaron. López Obrador solicitó a la concesionaria de las vías férreas de carga, Kasas City Southern, presentar un proyecto para aprovechar la infraestructura para echar a andar el servicio de pasajeros.
Pasaron los meses y las obras no comenzaron.
Llegó el 2024 y de proyecto de gobierno se hizo propuesta de campaña. ¿Logrará Sheinbaum lo que no pudieron los seis Presidentes que la antecedieron?
Para evitar una nueva decepción echará mano de los ingenieros militares. Hasta 2029 sabremos si este sexenio se suma o no a la colección de decepciones.
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