Instalados ya, de golpe y porrazo, en la víspera del nuevo proceso electoral – que arranca en el 2026 – los inquietos tiradores queretanos a la gubernatura se comienzan a mover para el 2027.
Y los cuatro partidos con presencia política, PAN, Morena, PRI y Movimiento Ciudadano, apuran ya sus cartas.
Son los «niños» y «niñas» que, por estos partidos, se asoman, curiosos, para ver que les trajeron los Santos Reyes.
Y sí, encontraron – algunos – presentes.
Por el Partido Acción Nacional, los agraciados fueron Lupita Murguía y Luis Nava.
Y la gracia se gana con trabajo, porque la senadora queretana Lupita Murguía ha cumplido con creces un sensato, persistente y serio trabajo como Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, no obstante los ventarrones y tormentas, allá donde se miden capacidades y talentos, han estado en verdad muy fuertes.
Aquí, a la chita callando y en el entendido total de tiempo y forma, es Luis Nava quién conserva intacta la supremacía política que le diera, su excelente trabajo por los últimos seis años al frente de la Presidencia Municipal de Querétaro, manteniéndose sin variaciones entre los primeros lugares a nivel nacional como uno de los mejores alcaldes de todo el país.
Luis Nava sabe los terrenos que pisa en la Secretaria de Desarrollo Social, en donde el trabajo que realiza – y bien – es para que luzca el gobernador Mauricio Kuri. Y ahí, en la SEDESOQ, es un fiel soldado del Ejecutivo del Estado. Ni que.
Hay otros dos personajes panistas que están en la imaginaria. Uno de ellos, es el senador Ricardo Anaya Cortés, que hace frente, con capacidad y sólidos argumentos, a quiénes desde la posición oficial, atacan no solo al PAN sino a las instituciones nacionales.
Sin embargo y para Querétaro, no es una carta electoral competitiva; su ring de pelea – por ahora – es otro.
Y el cuarto «suspirante» es Agustín Dorantes Lámbarri que, despistado, lanza patadas de ahogado, con desafortunadas declaraciones que ni él mismo las cree. «No es tiempo de futurear», dijo recientemente pero el futureo se hace con trabajo sólido, serio. A ver ¿Cuántas veces ha sabido usted que toma la tribuna del Senado, como lo hace tan a menudo Ricardo Anaya o, con serenidad y temple, Lupita Murguía? ¿Cuantas? Yo tampoco lo sé.
En tanto, los de la tienda de enfrente los mayormente posibles son el Dr. Santiago Nieto Castillo, director nacional del IMPI y el diputado federal Ricardo Astudillo, este con abiertas declaraciones para encartarse por la gubernatura de Querétaro.
Y aquí si hay distinto tirar. Por su parte, Santiago Nieto le ha bajado al virulento discurso que traía en campaña. Y ha desaparecido ya aquello de que «sacaremos al PAN del Palacio de la Corregidora». Y tal vez por su trabajo como director del IMPI se ha ausentado de la parcela llamada Querétaro. Poco o nada se le ve en la entidad, por ahora.
Astudillo la tiene más complicada, puesto que se pondría poner en entredicho su posibilidad de contender, teniendo en frenta a un peso pesado como es Santiago Nieto. Morena no dejaría pasar a Ricardo, por su ambivalencia de que Ricardo es uno de la caseta de Palmillas para acá y otro, de esa misma caseta para allá.
Intencionalmente hemos dejado al último a los partidos PRI y Movimiento Ciudadano, que también tienen cartas fuertes, si bien la cobija de sus partidos en relativa. De estos platicaremos en los días que vienen.
Así las cosas, este 2026 será definitivo para lo que hagan o dejen de hacer, con trabajo efectivo por Querétaro, los inquietos niños y niñas que hoy contentos y satisfechos, encontraron su zapatito político de los Reyes Magos.
Zapatito, zapatito, zapatito, zapatito, zapatito, zapatito, zapatito.