Expertos del IPN desarrollan sensores biométricos y modelos de inteligencia artificial para entender cómo afecta el tráfico al estado emocional de los conductores en grandes ciudades como la CDMX.
Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) están usando inteligencia artificial (IA) y sensores biométricos para estudiar el estrés de los automovilistas en entornos urbanos.
La idea es simple pero poderosa: conocer cómo se comporta la gente al volante puede ayudar a planear mejor nuestras ciudades.
El doctor Amadeo José Argüelles Cruz, del Centro de Investigación en Computación (CIC), explicó que los sensores se colocan en simuladores de manejo y también en autos reales. Así se miden reacciones físicas de los conductores, como ritmo cardíaco o movimientos bruscos, para evaluar su nivel de estrés.
Estas pruebas permiten recrear diferentes escenarios: desde calles con mucho tráfico hasta intersecciones sin semáforo. El objetivo es identificar los factores que alteran la conducción y usar esa información para diseñar soluciones más seguras y eficientes.
Por ejemplo, con estos datos se podrán hacer cruces peatonales más seguros, ubicar mejor los semáforos o incluso entrenar sistemas de asistencia a la conducción que alerten al conductor antes de cometer un error.
Además, el estudio considera otros aspectos como la densidad del tráfico, la señalización vial y la reacción de los conductores ante la presencia de peatones.
Argüelles, integrante del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), señaló que una de las preocupaciones actuales es el aumento de motocicletas en el país. Hay más de 6 millones y muchas circulan sin cumplir normas, lo que agrava los riesgos.
El proyecto se realiza junto con la Red de Expertos en Innovación Automotriz del IPN, el Instituto Mexicano del Transporte y el Laboratorio Nacional de Electromovilidad Inteligente (LANCEI).
Este tipo de investigaciones buscan algo más que tecnología: mejorar la seguridad vial y reducir el impacto del tráfico en la salud de las personas. ¿Te imaginas que una app pueda decirte si esa ruta que tomas todos los días te estresa más de lo que piensas?
¿Te gustaría que este tipo de sensores se aplicaran también en Querétaro o tu ciudad?
Con información del IPN