Bienestar

Los trastornos de la conducta alimentaria suelen ocultarse: Martha Georgina Ochoa

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) Continua 2022 revela que el 1.6% de los adolescentes mexicanos se encuentra en riesgo alto de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria, siendo este porcentaje del 2% en mujeres y del 1.2% en hombres.

La Dra. Martha Georgina Ochoa Madrigal, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, destaca que estos trastornos suelen ocultarse y acontecen con mayor frecuencia de la que se informa estadísticamente.

En el marco del Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimenticia, la experta subraya que, a nivel mundial, estos trastornos son más comunes en mujeres, aunque igualmente graves cuando afectan a hombres. Además, señala que se están presentando a edades más tempranas de lo que se creía.

La anorexia es el trastorno más común y, según la Dra. Ochoa Madrigal, los síntomas son similares en hombres y mujeres. La experta advierte que los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria experimentan cambios significativos en su vida y en la de sus familias.

La causa precisa de estos trastornos no está clara, pero muchos pacientes refieren experiencias pasadas, como comentarios sobre su peso u obesidad. La Dra. Ochoa Madrigal explica que, en algunos casos, eventos aparentemente insignificantes, como elogios después de una cirugía, pueden desencadenar la preocupación obsesiva por la delgadez.

La distorsión de la imagen corporal es un síntoma común, donde los pacientes se perciben y sienten gordos a pesar de su delgadez real. Además, la alimentación caótica, la inanición y la búsqueda obsesiva de calorías son patrones de comportamiento característicos.

La Dra. Ochoa Madrigal destaca la gravedad de estos trastornos y advierte que, si no se abordan a tiempo, pueden poner en riesgo la vida de los afectados. Aquellos con complicaciones físicas, hormonales o cardíacas pueden requerir hospitalización, y algunos pacientes presentan comorbilidades como depresión, ansiedad e ideas suicidas, lo que dificulta aún más el tratamiento.

La atención a pacientes con trastornos de la conducta alimentaria debe ser realizada por un equipo multidisciplinario liderado por un psiquiatra especializado en niños y jóvenes.

La terapia puede incluir psicoterapia, farmacoterapia y apoyo nutricional, así como la participación de la familia en el proceso de tratamiento.

La Dra. Ochoa Madrigal destaca la importancia de abordar los factores familiares, como antecedentes de obesidad, alcoholismo o depresión, que pueden influir en el desarrollo de estos trastornos.

Además, menciona que existen tratamientos, como cirugías dirigidas al cerebro, para casos refractarios donde no hay otras opciones de intervención.

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