La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) recibió la patente por la vacuna Quivax, desarrollada por su comunidad científica como respuesta a la pandemia de COVID-19.
Aunque el biológico no se comercializó por falta de recursos y requisitos regulatorios, la rectora Silvia Amaya Llano explicó que el registro como patente respalda el trabajo académico y de investigación que sigue en marcha.
“Este proyecto de la vacuna Quivax no pudo concretarse en una vacuna comercial… sin embargo, el otorgamiento de la patente es uno de los productos académicos derivados de estas investigaciones”, dijo.
Amaya destacó que esta experiencia puede ser útil frente a futuras emergencias sanitarias. “Nada nos asegura que no vamos a tener una nueva pandemia… y la información que se pueda recabar será muy valiosa”.
Además de este desarrollo, la universidad mantiene líneas de investigación con recursos propios y alianzas externas. “Cada una de las facultades tiene un catálogo de proyectos que buscan resolver alguna problemática específica”, explicó.
Finalmente, señaló que la investigación en la UAQ abarca diversas áreas del conocimiento con un fuerte compromiso social. “En nuestra universidad hay mucho trabajo… precisamente para aportar conocimiento de frontera”.