La inflación general en México se ubicó en 4.42% anual en mayo, su cuarto mes consecutivo al alza, de acuerdo con cifras publicadas este lunes por el INEGI.
Aunque el dato es mayor al 3.93% registrado en abril, se mantiene por debajo del 4.69% que se observó en mayo de 2024.
Entre abril y mayo de 2025, los precios al consumidor subieron 0.28%. Este aumento fue impulsado principalmente por el alza en productos como el pollo (10.62%), jitomate (10.03%) y carne de res (1.78%), así como el costo de la vivienda propia.
Productos volátiles y tarifas eléctricas
El índice subyacente, que excluye precios volátiles como alimentos frescos y energía, aumentó 0.30% mensual y 4.06% anual. Por su parte, el índice no subyacente subió 0.23% mensual y 5.34% anual.
En este último rubro, los precios de productos pecuarios subieron 3.48%, mientras que los energéticos cayeron 3.41% por los ajustes estacionales a la baja en las tarifas eléctricas en 11 ciudades, entre ellas Mexicali, Hermosillo y Culiacán.
¿Qué implica para el bolsillo?
El Banco de México mantiene como objetivo una inflación anual de 3%, con un margen de +/- 1 punto porcentual. La cifra de mayo se encuentra aún fuera de ese rango.
En este contexto, Banxico estima que la economía mexicana crecerá apenas 0.1% en 2025, en parte por la incertidumbre sobre políticas comerciales de Estados Unidos. En contraste, el gobierno de Claudia Sheinbaum prevé una expansión económica de entre 1.5% y 2.3%.
La inflación impacta directamente en el poder adquisitivo de los hogares, especialmente en los alimentos.
Solo en mayo, el índice de precios de alimentos y bebidas no alcohólicas subió 1.81% mensual y 5.08% anual, lo que representa una presión directa para las familias que destinan una mayor proporción de su ingreso a la compra de comida.