El Senado de México aprobó una reforma constitucional que refuerza el control estatal en el sector energético, con especial enfoque en la electricidad. La medida fue aprobada con 86 votos a favor, 39 en contra y una abstención.
La reforma devuelve a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Pemex el título de “empresas públicas”, reemplazando el de “empresas productivas”, lo que les permitirá competir con firmas privadas. Esta modificación fue promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y deberá ser ratificada por al menos 17 de los 32 congresos estatales.
El Senado señaló que la reforma tiene como objetivo “proveer al pueblo de México de electricidad y servicios de Internet al menor precio posible”. Se establece que si la CFE genera más del 50% de la energía en el mercado, no será considerado un monopolio.
La senadora Laura Itzel Castillo destacó que la medida fortalece la soberanía energética del país. Por otro lado, la senadora opositora Imelda Sanmiguel advirtió que la reforma podría trasladar a los ciudadanos el déficit operativo de CFE y Pemex.
La reforma, presentada por López Obrador en febrero, también revierte en parte las modificaciones que abrieron el sector a inversiones privadas en 1992 y 2013.