El violentómetro te puede ayudar a identificar si el “tóxico” es violento

“No wey”, “Te ves horrible”, “¿Con quién te estabas mensajeando? A ver enséñame tu celular”, “¿Qué tienes en el cerebro?”, “Calladita te ves más bonita”, ¿Qué otra frase te viene a la mente?

Son algunas frases comunes en conversaciones entre jóvenes principalmente, aunque también en parejas de adultos. Muchas veces vistas como comunes, normales, parte de la vida cotidiana, frases “inocentes” y de cariño.

Las normalizamos en nuestra vida diaria y hasta pareciera que nos acostumbramos a ellas, sin embargo no lo son y las estadísticas en nuestro país son alarmantes. De acuerdo a los resultados de la Encuesta nacional sobre la dinámica de las relaciones en los hogares (ENDIREH) en 2016, 66.1% de las mujeres de 15 años y más ha sufrido algún incidente de violencia por parte de algún agresor, 43.9% por parte de su actual o última pareja o esposo o novio a lo largo de la relación.

Es el espacio familiar o de pareja donde ocurren con mayor frecuencia actos de violencia. Seguidos del ámbito comunitario, entiéndase la calle, el parque o el transporte público.

El ámbito laboral y la escuela no se quedan atrás. 25.3% de mujeres han enfrentado violencia por parte de sus compañeros o maestros.

En el 2009 la Unidad de Genero del IPN a partir de una encuesta que realizó a más de 14 mil jóvenes de su comunidad detectó una problemática existente entre los y las jóvenes que la integran.

Identificaron violencia percibida como situaciones normales, como muestras de cariño, de atención o amor. A fin de que quienes forman parte de su comunidad pudieran identificar estas situaciones como situaciones de riesgo crearon un material didáctico en forma de regla al que denominaron Violentómetro.

El mismo se divide en tres niveles de diferentes colores que permiten identificar las escalas de violencia. Se precisa que en el mismo las manifestaciones de violencia no son necesariamente consecutivas, sino que pueden ser experimentadas de manera intercalada y permite a quien lo utiliza darse cuenta que puede estar en una situación de riesgo.

Si identificas algunas de estas conductas en tu relación, no niegues la situación y actúa e consecuencia para que la violencia no se incremente.

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