Las enfermedades que transcurren en condiciones de desigualdad social y violencia cobran anualmente 400 mil muertes en México, que no deberían ocurrir, afirmó Mario Luis Fuentes, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM.
Estas víctimas de diabetes, cáncer, homicidios y suicidios se deben a omisiones e incapacidades estatales, resaltó el integrante del Patronato Universitario al intervenir en las conmemoraciones por el Año Internacional de la Enfermería 2020, en la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO).
Acompañado por Rosa Amarilis Zárate Grajales, directora de la ENEO, Mario Luis Fuentes expuso que no sólo es pobre quien carece de ingresos económicos, sino las personas que están más expuestas a enfermedades y violencia.
La verdadera enfermedad son las desigualdades sociales, sentenció. No es adecuado que las manifestaciones de tristeza, soledad, angustia y dolor no estén dentro del concepto de pobreza, porque existe una relación entre la violencia y la desprotección.
“A la muerte no todos llegamos de manera digna: cada año en el país se registran aproximadamente 110 mil fallecimientos asociados a diabetes, 13 mil al cáncer, seis mil por suicidio y 36 mil por homicidios –casi 100 diarios, incluidos tres niños cada 24 horas–, sin contar que más de un millón de menores padecen hambre”, detalló el también docente de la Facultad de Economía (FE) y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).
Esta situación se da desde tiempo atrás, “pero se ha fortalecido ante un país profundamente desigual, desigualdad entendida como la incapacidad de estar dotado de ciertos insumos, y ante la omisión del Estado”, reiteró.
El extitular del Consejo Consultivo del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia UNICEF-México mencionó que la pobreza se puede ver desde la enfermedad, pues algunas afecciones son evitables, pero se dan por la desprotección, “que es la sensación de vulnerabilidad constante”.
Federalismo social
Al presentar su libro “Las muertes que no deben ser”, en el auditorio Marina Guzmán Vanmeeter, señaló que se requiere construir un nuevo federalismo social en salud.
“Un Estado social, legítimo y creíble, donde la prevención no esté asociada a la voluntad política, con una profunda revolución cultural y cívica, y una transformación en la ética de los valores. ¿Cómo construimos ese Estado que necesitamos?, con la formación de ciudadanos responsables”, abundó.
Finalmente, Mario Luis Fuentes pidió a la comunidad de la ENEO ser empática ante el dolor humano. “El papel de la enfermería debe ser una manera ejemplar de relacionarse con los otros, ante la enorme fragilidad del ser humano”.