Con un auditorio repleto, música épica y un discurso cargado de “familia”, “futuro” y “firmeza”, el senador Agustín Dorantes rindió su Primer Informe Legislativo.
O al menos así lo dijo. Porque en los hechos, lo que ocurrió en el Querétaro Centro de Congresos este sábado lució más como un arranque de campaña con público, porras y padrinos políticos.
Dorantes, arropado por el gobernador Mauricio Kuri y más de 6,000 asistentes, no solo habló de lo que ha hecho en el Senado, sino también de todo lo que está listo para hacer.
“Estoy listo para lo que venga”, dijo en tono solemne y con sonrisa ensayada, una frase que parece pensada para repetir en espectaculares, spots y redes sociales.
El acto tuvo todos los ingredientes clásicos de un mitin: aplausos calculados, presencia de figuras panistas nacionales como Xóchitl Gálvez, Margarita Zavala y Ricardo Anaya, y un video emotivo que selló la narrativa de que Dorantes no solo trabaja, sino que también “siente”.
Entre los logros mencionados, Dorantes presumió la gestión de una tarifa especial para el transporte público en San Juan del Río, la propuesta de un seguro de desempleo y una reforma para que el Estado pague las medicinas que no entregue el sistema de salud. También dijo haber contribuido al proyecto “Agua para Todos” de El Batán, impulsado por el gobernador.
El senador habló de Querétaro como modelo nacional. “México debería parecerse más a Querétaro”, afirmó. También se distanció del gobierno federal al criticar los “abrazos y no balazos”, posicionándose como una “oposición valiente” que quiere frenar leyes autoritarias y regular la inteligencia artificial desde la Constitución.
Pero si algo quedó claro, es que el corazón de su mensaje fue la familia. “Las políticas públicas deben tener alma, y a esa alma le llamamos familia”, dijo. No faltaron las referencias personales: Dorantes está por convertirse en papá, y eso —aseguró— le ha cambiado la visión del servicio público.
Aunque dijo que “ustedes mandan”, el cierre de su discurso deja poco a la interpretación. “Estoy listo. De pie y sin miedo. Listo para servir, para cumplir”, declaró.
En resumen: sí, fue un informe legislativo. Pero también fue una declaración de intenciones. Y en estos tiempos cada palabra, cada aplauso y cada selfie cuentan. Especialmente cuando se dice estar listo para lo que venga.